
El hombre domiciliado en Garupá, que falleció el pasado domingo en un balneario de la vecina localidad de Ituzaingó (Corrientes), logró rescatar del río Paraná a sus dos pequeños hijos y al menos a otro menor antes de desaparecer de la superficie y ahogarse, indicó la Policía.
Tal como anticipóPRIMERA EDICIÓN, el trágico episodio se registró a las 16 de ese día en la zona conocida como Santa Tecla.
A dicho lugar acudió junto a su esposa e hijos Américo Navas, de 37 años, con el objetivo de disfrutar de un paseo y a su vez aplacar las altas temperaturas. Sin embargo el destino le tenía preparado un horrendo desenlace.
En determinado momento, tal como consignaron fuentes policiales a este Diario, los dos menores habrían dejado de hacer pie y comenzaron a gritar en pedido de auxilio. Esta situación fue advertida por Navas y por su pareja, quien al parecer tenía puesto unos flotadores.
Luego de arrojarse al peligroso cauce – en ese sector y en ese horario el río estaba algo “picado” producto del viento, según habrían relatado testigos-, el hombre fue en busca de sus hijos.
Fue allí que en base a algunos testimonios se pudo saber que Navas fue rescatando uno por uno a los menores, una nena y un varón, e incluso a un tercer chico que los acompañaba.
La rápida y decidida maniobra que habría realizado Navas en ese momento y a la hora de rescatar a los pequeños, fue la de tomarlos y arrojarlos hacia donde se hallaba su esposa, quien los agarraba o sostenía firmemente para ponerlos a resguardo. De esta manera el hombre les salvó la vida.
Sin embargo, por motivos que aún se desconocen, el heroico padre desapareció de la superficie.
Numerosos testigos pudieron observar esta dramática secuencia, donde tanto la pareja del hombre como un guardavidas fueron en busca del mismo, pero lamentablemente fueron pasando los minutos y no lo pudieron hallar.
Si bien algunas fuentes indicaron que Navas al parecer fue ubicado sin signos vitales media hora después de haber desaparecido, y que habrían intentado reanimarlo mediante maniobras de RCP, otras versiones señalaron que fue trasladado al hospital local, donde también los médicos hicieron lo posible por salvarle la vida. Era muy tarde y no hubo nada que hacer.
La infortunada víctima y de acuerdo a su cuenta de Facebook se dedicaba al deporte del fisicoculturismo y era oriunda de la provincia de San Juan.
No obstante, se pudo saber a través de sus amistades que se hallaba afincado en Misiones desde hace un tiempo y que residía en el populoso barrio Santa Helena del municipio de Garupá. “Era misionero por adopción” comentó uno de sus alegados a este Diario.
También estudiaba biología y química, como recordaron algunos de sus compañeros de facultad. En las redes sociales muchos familiares, amigos y allegados volcaron sus condolencias y recordaron a la víctima como un “hombre dedicado a su familia” y al “deporte que lo apasionaba y por el cual daba horas de entrenamiento diario”.
Lo cierto es que Américo Navas dejó su vida por sus hijos, a los cuales rescató junto a otro menor, convirtiéndose en un héroe póstumo para gran parte de la sociedad misionera.
Temporada “negra”
Navas se convirtió en la segunda víctima radicada en Misiones en fallecer en aguas del Paraná y en playas de la vecina Ituzaingó en lo que va de la temporada veraniega.
El 30 de enero pasado se ahogó un joven posadeño de 21 años. En esa ocasión la tragedia fue a las 14, en el balneario Itá Cuá.