La respuesta del Estado al problema fue la indiferencia

Baños a los que nadie, gozando de su libertad, ingresaría; pedazos de goma espuma usados como colchones; y hacinamiento entre otros puntos son parte de la realidad en el complejo penitenciario de Miguel Lanús.Pero nadie parece prestarle oídos a la situación; menos un Gobierno que alienta acabar con “la puerta giratoria” y la imputabilidad cada vez a más baja edad. Los quieren -a los menores que delinquen- encerrados y en las condiciones que sean. Se trata de un Estado no sólo indiferente; sino ausente ante la problemática de la delincuencia juvenil y la imposibilidad de una potencial rehabilitación y reinserción a la sociedad.No es casualidad de que en la Misiones de las “Megaobras” jamás se haya pensado en la construcción y puesta en funcionamiento de un gran Centro, de prestigio continental, de tratamiento, rehabilitación y reinserción de jóvenes menores en sociedad.El dato no es menor. Los niños que comienzan a delinquir a los once años lo hacen adentrados ya en el consumo de bebidas alcohólicas y “pastillas”. De ahí a la cárcel hay un paso.En este contexto para estos chicos-jóvenes no hay segundas oportunidades; no en lugares como en la UP IV. Ni hablar en otras cárceles donde van a parar chicos de 18, 19 y hasta 24 años.Y para dejar una vez más en evidencia la inercia e inacción del Estado en esta área, basta mencionar un dato que salió de la propia Rosadita.UrgenteDespués del informe de este Diario, el juez César Raúl Jiménez cursó al Gobernador un petitorio, con carácter de urgente, dada las condiciones edilicias de la UP IV, en el que rogó la refacción al menos de los problemas más apremiantes dentro de esta institución penal. Entre otros ítems, el magistrado solicitó: la refacción del sistema cloacal en los baños de celdas; arreglo de la humedad en las paredes de los sanitarios de los pabellones 2 y 5; 60 litros de pintura látex para los pabellones 2, 5 y 6; reparación del horno 1 del sector Panadería; adquisición de 80 sillas plásticas y 20 mesas para que los chicos puedan cenar sentados; entre otros elementos.No conforme con esto -según fuentes oficiales consultadas-, el magistrado fue más allá y solicitó una audiencia para poder explicarle la situación al jefe del Ejecutivo provincial.Iluso el juez, aún está esperando respuestas a ambas solicitudes.