“Barber Shop” es un ambiente en el que se conjugan a la perfección todo el vintage de la decoración con los atractivos y cómodos sillones en los que hombres elegantes se entregan a habilidosas manos que saben exactamente lo que necesitan, frente a grandes murales, espejos y madera.Si bien las barberías existen desde tiempos lejanos para complacer las exigencias de aquellos hombres que buscaban la perfección en el corte de cabello, barba o bigote, con el tiempo fueron perdiendo su esencia, quedando reservadas a los adultos mayores. Sin embargo, durante el último año y de la mano de una gran iniciativa renació ese “gustito” de los caballeros con un concepto innovador y excelente.Y nada más y nada menos que a través de un emprendimiento familiar que surge de décadas de compromiso, esfuerzo y trabajo constante de dos coiffeur, Cristian García, con veinte años de trayectoria; y su esposa, Paula Soria. Los acompañan cuatro jóvenes profesionales que completan el staff: Diego Aguirre, Iván Aguirre, Santiago Aguirre y Matías Portillo.“Los hombres cada vez se arreglan más, por eso nuestra intención es brindarles un espacio donde puedan pasar un rato agradable, donde vienen a cortarse el pelo, arreglarse la barba, pero también hacerse de amigos, hablar de fútbol, política y, por qué no, tomar algo: café, whisky, cerveza; lo que quieran, como una atención que le obsequiamos a nuestros clientes sin cargo”, explicó el propietario, Cristian García.Siempre buscando agasajar al cliente con detalles que suman al momento de disfrutar, “Barber Shop” cuenta con una barra que brinda tanto cervezas bien frías como tragos más elaborados. “Es una forma de que los clientes se sientan en casa y que se convierta en un punto de encuentros para amigos”, dice el profesional.Obviamente las damas también tienen su salón, un espacio exclusivo donde sentirse mimadas y sacar a la luz toda su belleza.Fotos: M.Colman
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