Pretender relacionar dos mundos, el Oriente y el Occidente, es poco menos que imposible si se toman en cuenta exclusivamente la evolución histórica, cultural, la tradición y las costumbres; el sentimiento y la filosofía; el devenir de la humanidad. Pero si esto, aparentemente, es imposible, podemos desconocer que en el corazón de los literatos siempre queda un lugar recóndito, universal, y por medio del lenguaje, las debilidades y emociones van hacia cauces profundos, misterioso, hasta donde una razón fría y calculadora no puede llegar. Nos acercamos a este mundo al que sólo puede penetrar los puros de corazón, los que tienen alas de niños y sabidurías de viejos. Donde la frontera lógica cede lugar al encuentro de la poesía intuitiva, y por su sendero es el modo más natural de conocer.Hoy sigue siendo cierto que la poesía no se considera exclusiva de los poetas, ni aún de la gente culta. Ello se debe en parte a la sencillez de la prosodia japonesa. La prosodia del japonés ha sido determinada por la índole de la lengua. El acento tónico brilla por su ausencia en el japonés, no existe la rima, ya que en el idioma japonés todas las silabas terminan en una sola vocal y no hay grupos de consonantes, por lo tanto el verso se basa en la cuenta de silabas.Un rasgo evidente de la poesía japonesa es su poder de sugestión. Un poema realmente bueno, y esto es especialmente cierto por lo que toca al Haiku, tiene que complementarlo el lector. Por esa razón muchos poemas japoneses parecen curiosamente pasivos, pues la autor no específica la verdad aprendida por una experiencia, ni siquiera de qué manera fue afectado por ella.Aparentemente Occidente está muy alejado de Oriente, pero como poetisa comprendo que hay temas que forman parte de la fuente inspiradora de los poetas y del inconsciente colectivo universal. Por distintos caminos se llega a la cima de la montaña para contemplar la Luna. Actitud ante la naturaleza del Haiku(Anónimo del Siglo XIII)La traducción literaria de este Haiku sería la siguiente: una calurosa mañana anunciadora del verano la mujer fue a buscar agua al pozo pero éste lucía una hermosa enredadera que se había ubicado allí, la mujer antes de destruir la planta prefirió dejar a un lado la necesidad materia y fue a pedir agua a la vecina. La filosofía del zen no permite la destrucción de ningún ser viviente, puesto que si la naturaleza lo creó, es por que ocupa ese lugar determinado en ella.HaikuEnredadera infeliz de mí. Pedir limosna de aguaColaboraAurora Bitónaurorabiton@hotmail.com
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