El amor es el sentimiento que une a las parejas. En los inicios de toda relación suele ser intenso, emocionante, fantasioso y creativo, pero poco a poco, los detalles, los pequeños golpes, los ínfimos engaños, las desilusiones pequeñitas, las ingratitudes, los olvidos, desvanecen el enorme amor inicial hasta hacerlo desaparecer.Entonces en vez de amor hay violencia, agresiones, engaños, indiferencia absoluta, que hacen preguntarse a la pareja ¿Cómo llegamos a esto y cuándo empezó este descalabro? Mientras vivían juntos se acumularon silencios, envidias, rencores pequeños, desplantes, displicencias, malas contestaciones, insultos, pequeñas agresiones, hasta que la convivencia resultó imposible.“María se preguntaba en su ‘mente inconsciente’ en Terapia Intensiva, cómo había llegado a ese momento, con tantos golpes encima y llena de tubos por todos lados. Recordó que de novia hacía lo que su novio quería.“A veces él me celaba por pavadas de mis amigos y yo me reía porque me gustaba, pensé que era amor pero después no vi más a mis amigos para evitar problemas, también en las reuniones andaba siempre con cara de enojado y yo debía consolarlo para evitar discusiones.“De casados íbamos a donde él decía, siempre veíamos a su familia y cada vez menos a la mía, me empezó a gritar e insultar, más tarde me pellizcaba, luego me empujaba, otra vez fue un cachetazo y luego trompadas. Tantos años de quererlo y creer que todo iba a cambiar, no bastó.“¡Ahora entiendo, pero creo que ya es tarde!. Tuuuuuuuuu………..!”. Cuento J. L. BazánPor otro lado ¿cómo se crió una persona para ser un sanguinario terrorista? ¿Cómo nació y fue su infancia? ¿Qué alimentación nutricional, mental y espiritual tuvo? ¿Le dieron ternura, amor? ¿Qué caricia se le habrá dado o negado? ¿Qué golpes le habrán propinado?¿Alguna enfermedad le despertó tal comportamiento o ha sido la suma de experiencias y el adoctrinamiento mental que cambiaron sus valores morales sobre el bien y el mal?Cómo es que ser fanático provocó una degradación imperceptible y progresiva de sus valores, que a la larga lograron un ser que cree tener la única verdad, y los que no piensan como él merecen ser sacrificados. Otras veces es producido por ciertas enfermedades que los deteriora producto de una alimentación incompleta o distorsionada, la falta de ejercicio, el estrés crónico, un germen inesperado, una alteración genética, un medio ambiente hostil, un mal manejo de las emociones o una falta de espiritualidad.Todo grupo social tiene cambios y algunos son degradantes, tan lentos que ni se sienten, se pierden los valores logrados, se ocultan las referencias que teníamos y en algún momento tomamos conciencia de la nueva situación. Por ejemplo hoy día sufrimos inundación de pornografía, violencia y chisme por todos los medios, debemos preguntarnos ¿Cómo influenciará en la mente y espíritu de las personas, especialmente en los niños?A lo anterior se suma la muestra de expresiones y actos vulgares, la grosería, la falta de respeto por los valores de relación, la falta de responsabilidad, la hipocresía manifiesta y premiada, la búsqueda de culpables para todo en vez de soluciones, el clima asfixiante de violencia e inseguridad. La fábula de O. Clerc titulada “El síndrome de la rana hervida”, explica que si tratamos de meter una rana en una olla de agua hirviendo, ésta dará un salto y saldrá de forma inmediata de la olla.Pero, si metemos la rana en agua a temperatura ambiente y vamos calentando a fuego lento la olla, por sorprendente que parezca, primero el agua estará tibia y a la rana le agradará, al calentarse un poco más el agua no le gustará pero no se inquieta pues está somnolienta y fatigada.Cuando el agua está caliente y a la rana le desagrada, ella está sin fuerzas y solo aguanta, el agua sube su calor poco a poco, hasta que la rana muere hervida sin haber hecho el menor esfuerzo para salir de la olla.Este relato explica que un deterioro tanto en la pareja como en la sociedad, si es muy lento y progresivo pasa inadvertido y la mayoría de las veces no produce reacción, ni oposición, ni rebeldía.Una degradación silenciosa, constante y en aumento se puede producir en la vida de cualquier ser humano, sea profesional, docente, artista o trabajador, quien comenzó su tarea con ilusión y entusiasmo, puede acabar maldiciendo su suerte y odiando lo que hace. Qué sucedió que luego de dar un paso inicial firme, alegre, con convencimiento e ilusión, pasamos a una amargura y pesimismo, de forma casi imperceptible y sorda, conquistándonos el desgano, con temores, nos falta esfuerzo y empuje, no queremos saber nada, deseamos quedarnos como estamos sin molestias ni preocupaciones, no hay interés para innovar, convirtiéndonos en seres “desmotivados y faltos de reacción”.Y así dejamos atrás metas sin cumplir, es aquí donde debemos retomar nuestras últimas fuerzas de reserva, buscando una luz que nos alumbre una salida, no debemos bajar los brazos ni colgar los guantes, busquemos ayuda humana y divina.Debemos descubrir lo que nos ahoga, eliminar la mentira que nos convirtió en hipócritas para hacer resurgir la verdad, apagar el rencor que nos quema como ácido, apaciguar esa agresión que nos aisló, transformar el orgullo malsano en humildad, disolver nuestro autoritarismo, eliminar la comodidad y los automatismos que impiden nuestro desarrollo y nuevas experiencias, reordenar y clarificar los valores que guían mi vida, respetar a los que no respetamos diariamente.Debemos combatir nuestra falta de ganas y reacción por nuestro deterioro, teniendo nuestro sentido de conciencia en alerta, eliminando nuestras “malezas y parásitos” mentales, emocionales y espirituales.Vivamos siempre los “valores” más puros y genuinos que hemos perdido, como la honestidad, responsabilidad y fidelidad; para reencauzarlos, reemplacemos la cobardía e injusticia con que vivimos, continuando nuestra senda con valentía y justicia con amor.En resumen no seamos tan jodidos ni quisquillosos, SÍ más amorosos y humildes, recordar y agradecer más las múltiples ayudas que hemos recibido y olvidemos los desplantes y agresiones.La pobre rana del cuento estaba perdiendo la conciencia, su memoria y se embotaba, solo esperando la cocción; cómo podemos estar nosotros si perdemos la capacidad de reaccionar por un deterioro paulatino e imperceptible.Colaboración:Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]
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