La palabra “ansiedad” es una de las expresiones humanas más utilizadas, referidas a una respuesta emocional desagradable, mezcla de aprehensión, desasosiego y preocupación, expresándose por nuestra mente, cuerpo, espíritu y conducta. La ansiedad forma parte de toda vida humana, siendo una respuesta automática de nuestra mente cuando reconoce un peligro inminente, y aunque parezca mentira ¡Nos es muy útil! porque podemos estar alerta y ser más cuidadosos; forma parte del “estrés” y termina habitualmente al poco tiempo luego que desaparece el problema que la originó.El ansioso manifiesta “tres tipos de expresiones”, una por cambios producidos en el organismo como palpitaciones, aumento de la frecuencia del pulso y la respiración, sudoración intensa, hipertensión, ahogo, opresión, molestias digestivas, náuseas, ojos abiertos y atentos, impotencia, cefaleas, mareo y sequedad de la boca. La segunda expresión se ve en el comportamiento como hiperactividad, movimientos repetitivos, torpes y desorganizados, temblores -especialmente de extremidades-, tartamudeos, conductas evitativas, dificultad para comunicarse, rigidez, debilidad muscular, insomnio e inquietud.La tercera es nuestra experiencia subjetiva emocional con sensación de miedo e inseguridad, pérdida del control, pensamientos negativos, de inferioridad y obsesivos, dificultad para concentrarse y tomar decisiones.La ansiedad se produce ante “estímulos” percibidos como peligrosos o amenazantes, pudiendo ser “del entorno” como un reto de la maestra, un accidente, una separación, un robo; o estímulos ansiosos de nuestro “interior” como ideas, pensamientos o imágenes creadas por nuestra propia mente, como por ejemplo sentirse perseguido, o tener miedo a enfermarse o al calentamiento global o a la inseguridad.Casi todos reconocemos los síntomas, que van desde ese hormigueo en la panza cuando tenemos una cita importante, o la tensión y palpitaciones por un examen, o el nerviosismo cuando voy a dar una discurso, o la aprehensión por caminar en una calle oscura, o el disgusto cuando alguien se enoja con nosotros.El concepto de ansiedad no está muy claro utilizándose diferentes términos para llamarla, para algunos es igual a estrés, angustia, miedo, temor, tensión, nerviosismo, amenaza; siendo un estado de tensión emocional. La ansiedad es considerada una función muy importante para nuestra supervivencia, entremezclada con el miedo, la ira, la tristeza y la felicidad, pues nos ayuda a responder ante situaciones difíciles o amenazantes, para poner en marcha respuestas eficaces y adaptativas como luchar o escapar. Con la ansiedad bien manejada nos enfrentamos a la situación que nos preocupa, la examinamos, nos mantenemos alertas y sabremos cómo responder.Pero la ansiedad puede transformarse en un trastorno o enfermedad, esta emoción que es útil para enfrentar amenazas suele convertirse en un problema dificultando la vida diaria. Para entender las causas de los “trastornos de ansiedad” debemos indagar en parte en la herencia que cada persona trae de sus padres, y en parte en las conclusiones propias que se extraen de las experiencias de vida. Habitualmente el miedo y la ansiedad nos motivan para enfrentar problemas, ayudándonos a evitarlos o enfrentarlos según sea necesario, pero si la ansiedad se vuelve demasiado intensa o dura mucho tiempo, va a alterar nuestra vida interfiriendo en nuestras actividades, haciéndonos sentir desdichados e infelices.La ansiedad “normal” se presenta en episodios escasos o poco frecuentes, de intensidad leve o mediana con una duración limitada, que sucede ante situaciones previsibles y comunes, con un grado de sufrimiento mínimo o moderado y escasa limitación de nuestra vida diaria.Una persona normal cesa con su ansiedad cuando el problema está resuelto o “en vías de resolverse”; pero la persona con “trastornos de ansiedad” es ansiosa en forma permanente, sin causa aparente que lo justifique, incomodando y alterando su forma de vivir, e incluso a veces suele tener ataques tan intensos que se sienten aterrorizadas y quedan inmovilizadas. La ansiedad “anormal o enfermiza” se presenta con episodios reiterados de mucha intensidad, de duración excesiva, la mayoría de las veces sin una amenaza que la provoque y si la hay existe una desproporcionada reacción a ella, dando un gran sufrimiento e interfiriendo mucho en la vida diaria, por ejemplo se pasa todo el día en la cama sin trabajar ni comer, ni asearse.Algunos trastornos de ansiedad pueden surgir por algún conflicto cercano como una ruptura matrimonial, una enfermedad o la pérdida de un ser querido, la pérdida o cambio de empleo, un accidente, una desfiguración y la pérdida de una fe o creencia religiosa. Cuando la ansiedad se transforma en enfermiza origina lo que las ciencias médicas llaman “Trastornos de pánico”, “Fobias”, “Trastornos obsesivo-compulsivo”, “Trastorno de estrés postraumático” y “Trastorno de ansiedad generalizada”.Los cuadros de ansiedad son negativos y desagradables para quien los padece, y en general se cree que persisten de por vida en un cierto grado, debido a que se retroalimenta con el miedo, esto es porque la ansiedad es una expresión del miedo y si es percibida como una amenaza en sí misma, genera más miedo y por ende más ansiedad. Todos los trastornos de ansiedad se caracterizan por el “miedo” continuo y excesivo, inmanejable para la persona, en el trastorno de pánico puede existir una crisis de miedo intenso, inesperada y que no se relaciona con ninguna situación en particular, ni un factor externo desencadenante.La solución a los problemas de ansiedad es variada, se puede encontrar ayuda hablando con amigos, familiares y autoridades espirituales, educativas, con experiencia que sean respetables y capaces de escuchar; también existen grupos de autoayuda con la participación de profesionales como psiquiatras, psicólogos y médicos. Frente a la ansiedad, para no morir antes de tiempo, la mejor forma de vivir es “ir siempre adelante” como se describe en el siguiente poema:“Existe un solo método para aprobar el examen de la vida, sigue luchando y espera lo mejor; no abandones el barco y deja de lado el abatimiento, aunque recibas golpes en vez de flores.“Este mundo sería tedioso si todos cargáramos con las penas, si todos conserváramos esa visión. Así que termina tu tarea, haz gala de lo mejor de tus habilidades. Puede ser que a algunos no les guste, pero a otros sí”. –Anónimo-Colaboración:Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]
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