Siempre decimos que la inteligencia es un componente individual de cada ser humano, que nos permitiría adaptarnos mejor y tener éxito dentro de la sociedad; pero también existe una “inteligencia colectiva o social” que es como se apoyan y colaboran para resolver problemas las personas de una comunidad.Determinar las características y composición de la inteligencia no es fácil, según H. Gardner tiene varios componentes, entre estos se encuentra lo que él llama la “inteligencia interpersonal o entre personas”, que es la capacidad que poseemos para relacionarnos con los otros.Para relacionarnos con los demás, es esencial entender cómo piensan y fundamentalmente cómo sienten, variando esta capacidad de una persona a otra, lo que nos permitirá fáciles o difíciles conexiones que ayudarán en mayor o menor medida a preservar nuestras relaciones íntimas ya sea con la pareja, con los amigos, en sociedad o en el trabajo.H. Gardner identifica cuatro elementos esenciales para ayudarnos a ser más eficaces en nuestras “relaciones interpersonales”, el primer elemento es si poseemos la habilidad para iniciar y “coordinar grupos de personas u organización de grupos”, es esencial en líderes, directores, productores de teatro, en oficiales. Se ve en el niño que toma la iniciativa y decide a qué van a jugar todos, teniendo el papel de capitán de su equipo.La segunda capacidad de las relaciones entre personas es la “mediación o negociación de soluciones”, donde la persona previene los conflictos y resuelve aquellos que ya han estallado, se sienten inclinados a realizar acuerdos como los diplomáticos, o arbitrar en medio de conflictos y disputas, como los árbitros de juego. En los niños se ve en aquellos que resuelven disputas en el patio de juego.El tercer elemento a tener en cuenta es la “empatía o conexión personal” , pues reconoce y responde adecuada y rápidamente a los sentimientos, necesidades y preocupaciones de la gente. Son los que interpretan muy bien las expresiones faciales y llevan las relaciones a un arte, teniendo en cuenta todos los detalles de lo que siente el otro, por ejemplo mi amigo Raúl. Los seres empáticos son buenos amigos, socios y esposos, en resumen, buenas personas en todo lo que hacen, los niños con esta aptitud son aquellos a los que les es fácil jugar, se llevan bien con todos y son felices al hacerlo. La cuarta aptitud de las relaciones interpersonales es el “análisis social”, donde detecta los sentimientos ajenos y además los comprende, interpreta las preocupaciones de la gente sabiendo relacionarlas dentro del grupo, desarrollan una fácil intimidad y compenetración con el otro, esta capacidad la logran los buenos terapeutas o consejeros.El que realiza un buen análisis social ve las necesidades y sentimientos del individuo independiente y como integrante del grupo, además de como se influencian mutuamente, entendiendo sus causas y efectos. Posee una visión global del “grupo social”.Estas cuatro capacidades son el ingrediente esencial para lograr el éxito social. Quienes las poseen son personas que se pueden relacionar fácilmente, son sagaces para interpretar las reacciones y sentimientos, pueden organizar y dirigir a los demás, disminuyen las disputas, entienden los sentimientos colectivos y saben articularlos para guiarlos a un objetivo, ponen a los demás de buen humor y si alguien habla acerca de ellos generalmente dicen: “Es un placer estar con alguien así”.Estas personas saben dominar sus emociones sintonizándose fácilmente con los demás, porque encajan perfectamente su comportamiento público y privado, logrando ser más responsables y seguros de sí mismos.Los que logran desarrollar esta capacidad pro-social, en su comportamiento son más democráticos porque se interesan en la opinión de otros, teniéndola en cuenta; muestran más habilidad para resolver conflictos, son más reflexivos antes de actuar y crean climas más positivos en el aula, en el trabajo y en el esparcimiento.También poseen menor tolerancia a la frustración, menor tristeza y menor depresión, tienden a no aislarse ni a tener ansiedad, se apegan a la familia, son menos agresivos y menos autodestructivos. Los seres humanos no siempre poseemos todas estas aptitudes desarrolladas en forma pareja, algunas estarán más y otras menos. Por otro lado existen aquellos que son campeones en causar buena impresión, con la intención de caer bien y que los amen, son camaleones sociales, desean popularidad y poder tener éxito social, como por ejemplo algunos políticos, aunque en su vida privada tienen pocas relaciones íntimas estables o satisfactorias con su pareja o familia.No hay un equilibrio entre sus habilidades sociales y particulares, hay una discrepancia entre su rostro público brillante y su realidad particular oscura y pálida, pasando desde una sociabilidad burbujeante, hasta un aislamiento reservado.Las personas con mayor inteligencia interpersonal o social son los más populares, tienen muchos amigos, mantienen una buena relación con sus compañeros de trabajo, de estudio, de actividades y con toda la gente en general.Para ellos es más sencillo captar los sentimientos y las necesidades ajenas, reaccionan favorablemente en general, captan sus propios sentimientos y necesidades, tienen un buen dominio de ellos y saben controlarse frente a otros.El elemento esencial que se debe poseer y desarrollar para lograr una adecuada relación con los demás, o inteligencia social o interpersonal es la “empatía”, que nos permite entender los sentimientos ajenos y saber actuar en consecuencia.Para obtener una adecuada empatía es necesario estar atento al otro, en una posición relajada, sin preconceptos ni prejuicios, sin defensas ni en actitud de alerta, solo con calma y espíritu de gran receptividad, atento a lo que dice la otra persona, pero también muy atento al lenguaje no verbal, es decir el tono de voz y la forma de expresar las palabras, expresiones de la cara, movimientos y posición del cuerpo, gestos, movimientos de los ojos, sudoraciones, coloración de la piel y tics.Recordemos que siempre este “lenguaje no verbal” dice la verdad, cuando hay contradicciones entre lo que una persona habla y su lenguaje no verbal, démosle crédito a este último. Los más inteligentes socialmente, encuentran la palabra adecuada y el comportamiento justo, que logra la aprobación de los otros, siendo más positivos en general.Colaboración:Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]
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