En tiempos de vacaciones resulta interesante dialogar sobre estos tesoros que son parte de la infancia, son inherentes a los niños y muchas veces, no se valoran o no se potencian; desestimando su verdadera importancia.Digo en épocas de vacaciones, porque agudizamos aquí y ahora nuestra mirada como padres, tíos o abuelos y hasta nos dejamos atrapar a veces, enredados en ese submundo de “peques” revoloteando sueños.Por ello es importante saber que la creatividad no sólo se expresa en el arte y en la ciencia, sino en todos los ámbitos de la vida, en lo cotidiano, en la manera de relacionarnos, de conocer, de comportarnos y descubrir el mundo. La creatividad es la capacidad de inventar, de generar ideas alternativas ante ciertas situaciones, o soluciones para determinados problemas; de ver las cosas bajo una nueva perspectiva. Implica huir de lo seguro y lo previsible para producir algo novedoso, lo que requiere comparar las propias ideas con las de los demás.Los niños, en general son creativos.¿Como podemos observar la creatividad en ellos? Las aptitudes características de las personas creativas son la fluidez, la flexibilidad, la originalidad y la capacidad para descubrir respuestas nuevas e ingeniosas. Entre los rasgos definitorios de su personalidad, pueden citarse la autonomía, la autoaceptación, la habilidad para encontrar recursos, la complejidad psicológica, la curiosidad, la observación, la capacidad de aceptar críticas y de sobreponerse a las frustraciones, el interés por la manipulación de objetos, su gran capacidad de sorpresa, el humor y la imaginación.¿Cómo podemos estimular la creatividad en los niños?Hay condiciones que favorecen la creatividad: un ambiente generoso, la presencia de adultos que proponen y no imponen, que no se muestran indiferentes ni apáticos; un entorno participativo, de creación, de apertura a la vida, de innovación y de trabajo en equipo donde se estimule la confianza.Es importante empezar cuanto antes, porque en los primeros momentos, meses y años de vida, cada contacto, cada movimiento y cada emoción supone una inmensa actividad eléctrica y química en el cerebro, ya que miles de millones de neuronas se están organizando en redes que establecen entre ellas billones de sinapsis. Por ello, es durante la etapa de educación infantil cuando se producen más cambios en los niños en todas las áreas: física, motora, cognitiva, lingüística, afectiva y social. Y, por todo esto, es recomendable empezar cuanto antes a potenciar la creatividad.Lo más importante es jugar. A través del juego y la imaginación, las emociones de los más pequeños pueden fluir y salir hacia fuera de formas tan bonitas como pintar un dibujo en el que piratas, hadas y gigantes cobran vida.Olvidarse de libros y manuales a seguir. Relájese y pase tiempo de calidad con su hijo.Póngase a su altura. Jueguen juntos, imaginen, déjense llevar, improvisen, abran sus corazones y dejen salir sus emociones … no hay mejor ejercicio que éste para alimentar la creatividad.Darle libertad para que desarrolle su imaginación y respetar su tiempo de aprendizaje. Esta libertad podemos conseguirla en muchas situaciones habituales, por ejemplo, cuando tenga un juguete nuevo, no le demos un modelo, primero dejémosle que explore y que pruebe todas las posibilidades, seguramente nos sorprenderá.¿Cuales son los Juegos que sirven para estimular a creatividad?Hay juegos y actividades que estimulan las habilidades creativas a partir de formas alternativas o distintas para trabajar la información. Los juegos de asociación y los de construcción con piezas fomentan la capacidad para generar gran número de ideas. Cualquier juego de buscar diferencias desarrolla la sensibilidad frente a los problemas.Crear disfraces y hacer collages mejora la originalidad o aptitud para producir de forma poco usual respuestas ingeniosas y novedosas. Los juegos de debates, de cambiar el final de una historia son buenos para mejorar la flexibilidad y adaptación. El gusto por el arte se adquiere, todos nacemos con un sinfín de capacidades, aunque hay que desarrollarlas. A los niños se les tiene que enseñar a ser cuidadosos con los materiales que necesitan, a investigar nuevas formas de expresión y, sobre todo, a expresar lo que ven, sienten y piensan.La educación artística plástica es especialmente importante en la educación infantil, etapa en la que se inician los aprendizajes que preparan para ser personas adultas, con la adquisición de los recursos interiores necesarios para enfrentarse de manera creativa y positiva a lo que sucede. La creatividad debe constituirse como un hábito vital. Y posibilitar el acceso de los niños al mundo del arte es una forma no sólo de educarlos sino también de hacerlos más felices.Y finalizo este artículo, con una frase de A. Einstein que dice: “En momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”.Colaboración: Myrian Mabel BáezLic. en Psicopedagogí[email protected]
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