Los humanos siempre comunicamos algo con nuestro cuerpo a pesar de tener la boca cerrada, y esto es muy bueno porque lo que decimos con el lenguaje corporal es siempre la verdad, lo que no ocurre a menudo cuando hablamos.Las posturas, gestos y movimientos muestran nuestro verdadero ser, así como cada persona tiene una entonación particular y única en su voz, también tenemos un lenguaje corporal único que depende de nuestro tono muscular y arquitectura corporal, de nuestras tensiones y calmas internas, las cuales nacen de nuestras creencias, valores y prácticas.Cada persona construye la imagen de un estado corporal y a la vez recibe de otros similar información, interpretándolo la mayoría de las veces en forma “inconsciente”, obteniendo así una impresión de la persona que tenemos enfrente, a esto llamamos “intuición o presentimiento”. Esta lectura inconsciente que hacemos de cada persona formará parte de la opinión global que vamos a tener de ese ser.Interpretar bien este lenguaje postural mejorará nuestra comunicación con otros, como por ej. una postura rígida demostrará nuestro enojo o desacuerdo, pero una actitud relajada nos hará ver amigables y dispuesto a escuchar, lo que nos mejorará internamente y hará que otros se sientan a gusto con nosotros.Sentarnos de forma encorvada mirando al piso, mostrando gestos bruscos o nerviosos, frunciendo el ceño, son posturas que podemos evitarlas y suplantarlas por el contacto visual con el otro, con una mirada abierta más gestos suaves y tranquilos, además de una postura recta y erguida, mientras escuchamos atentamente lo que nos dicen. “Un pueblo tenía una casa abandonada, un perrito logró meterse en un cuarto de la casa por un agujero, se sorprendió al ver que en ese cuarto había 1000 perritos más observándolo tan fijamente como él los miraba a ellos, el perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los 1000 perritos hicieron lo mismo, luego sonrió y ladró alegremente, obteniendo la respuesta de los perritos que también le ladraban alegremente a él !.Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo: ¡Qué lugar tan agradable! ¡Voy a venir más seguido a visitarlo!¨.Tiempo después otro perrito callejero entró al mismo cuarto, pero a diferencia del primero al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado pues lo veían de manera agresiva, empezó a gruñir y vio como los perritos le gruñían; comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también a él.Cuando este perrito salió del cuarto pensó: "Que lugar tan horrible es este!! Nunca más volveré a entrar allí!".En el frente de dicha casa había un viejo letrero que decía: "La Casa de los 1000 Espejos". Todos los rostros del mundo son espejos y no somos responsables de la cara que tenemos, sino de la cara que ponemos…”.La expresión de nuestro rostro, es parte importante de ese lenguaje no hablado que exteriorizamos y dice más sobre lo que pensamos, a través de pequeños gestos casi imperceptibles, que duran menos de un segundo y que no se pueden evitar. Estas “micro expresiones faciales” son movimientos de muy corta duración del rostro de menos de un segundo, siendo señales de las emociones que experimentamos como tristeza, felicidad, odio, ira; son involuntarias, automáticas, inconscientes y universales, pues en cualquier parte del mundo y en cualquier cultura se ven las mismas. Poseemos emociones básicas como la felicidad, la tristeza, el asco, el desprecio, la ira, la sorpresa y el miedo, por ej. el asco posee un movimiento típico de fruncir con arrugas la nariz al oler algo desagradable, y así con cada una de nuestras emociones, que cuando las sentimos aparecen micro expresiones en nuestro rostro.Las micro expresiones se detectan y perciben por otros si están entrenados, aunque nosotros no tenemos conciencia de ellas, para lograr detectarlas en forma consciente necesitamos entrenamiento, como por ej. ver como levantamos las cejas para dar énfasis a lo que se dice al hablar.Estas micro expresiones al ser automáticas e inconscientes no se pueden controlar ni evitar expresarlas, es por esto que alguien muy entrenado podría descubrir las cerca de doscientas mentiras que decimos a diario.Lo ideal es que nuestros pensamientos, expresiones verbales y actitudes corporales concuerden.Nuestro lenguaje corporal da muchos mensajes, como una mirada o una forma de sentarnos, o de caminar, o al comer, hasta nuestra forma de poner las manos “dicen algo”, si están cruzadas dan a entender que somos impenetrables, o cuando colocamos las manos en la cintura se manifiesta una actitud desafiante, o cuando cerramos los puños demostrando enojo, o cuando las alzamos o las colocamos abiertas en alto decimos: ¡me rindo!.También demostramos lo que pensamos en nuestra forma de vestir, con el tipo de ropa que usamos y los colores que elegimos, igualmente en la forma de hacer el sexo mostramos otro lenguaje del cuerpo, o la forma en que comemos, como dormimos, como nos expresamos en los ratos de ocio; durante toda nuestra vida usamos lenguajes corporales.Cuando amigos o familia están sufriendo, suele suceder que al estar con ellos no encontramos la palabra justa, desapareciendo de nuestro vocabulario, se nos anuda la garganta y no sabemos cómo sacarlas, pues nos sentimos obligados a decir algo, sentimos miedo y nos quedamos inmóviles.En momentos de alegrías las encontramos con facilidad, hasta usamos frases comunes y damos nuestro mensaje, pero cuando deseamos dar consuelo por un sufrir nos vemos en dificultad para hablar.Por eso es que cuando las palabras mueren ¡Los gestos hablan!. Un beso habla// Una caricia es una voz dulce y suave.//Una presencia, aún en silencio, dice.//Un abrazo habla muy alto. //¡Una mirada sincera dice tanto !.//Una mano que toma las manos habla como varias bocas y centenas de corazones …//Cuando las palabras se rehúsen a salir de ti, habla con gestos. El otro comprenderá… ¡¡¡Dar de sí un silencio sentido, vale más que todas las palabras del diccionario juntas !!!.Colaboración:Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]
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