En la última columna publicada hablé acerca del aprendizaje de los distintos procesos de lectoescritura, uno de los más importantes en la vida de las personas porque abre las puertas a múltiples aprendizajes, conocimientos y áreas de desarrollo. Al mismo tiempo es uno de los más complicados, ya que no es una tarea fácil.Y finalicé haciendo una breve referencia sobre los métodos para que los niños aprendan a leer, los que incluso se pueden usar para enseñar otros idiomas. El sintético es el tradicional, pero también existen otros como el analítico también conocido como global y el Glenn Doman, cuyos excelentes resultados son reconocidos en todo el mundo.?Hoy nos adentramos un poco más en ellos.SintéticoSe debe empezar la enseñanza de las partes para conseguir un objetivo global. Por lo tanto, lo primero que se enseñará a los niños es el abecedario empezando por las vocales y a la vez se practicará la grafología de las mismas. Una vez que van conociendo y dominando las diferentes letras, se van introduciendo los sonidos para que los niños puedan identificar cómo suenan las mismas cuando se juntan con otras.El siguiente paso será aprender las palabras y acabar en las frases. En conclusión, se empieza analizando de la parte más pequeña de la palabra hasta llegar a las formas más complejas, las frases. En algunos casos, se pueden empezar con sílabas en vez de con letras. De esta forma, podrán llegar a ser capaces de leer por sí mismos cuentos, poemas o fábulas.Analítico El método analítico persigue el objetivo de que el niño pequeño sea capaz de leer. Para ello, se apoya en el bombardeo visual y en la relación de imágenes con palabras. La enseñanza de la lectura pasa de conocer las estructuras y el todo a desmenuzar las palabras hasta llegar a las letras. Trata de ser más dinámico que el sintético y además estimula más la lógica del niño.Es un método que se suele aplicar al poco de haber cumplido los tres años, y su fundamento radica en la asociación de palabras y textos con imágenes, así por ejemplo hay muchos niños que antes de aprender a leer, son capaces de leer marcas comerciales que han visto mucho, o incluso algunos eslóganes cortos, con lo que para este método, se trata de trabajar con bits de inteligencia empezando con las palabras que más familiares les resulten a los niños como su nombre, mamá, papá, y seguir con palabras de la vida cotidiana, como mesa o ventana.La mejor ayuda para este método es la utilización de fichas y murales en la clase, que podemos poner por la guardería e incluso por casa. Cualquier momento es ideal para estimular al niño: podemos hacerlo viendo la televisión o paseando y leyendo los carteles que nos encontramos por la calle. De este modo, le va a resultar más fácil aprender cuanto más le llamen la atención las imágenes que vea junto a la palabra.Al aprender a leer con este método, nos estamos saltando un paso, el aprendizaje del abecedario. Algunos expertos consideran que esto provocará deficiencias en el lenguaje a largo plazo como las faltas de ortografía. Por este motivo, es importante centrarnos en el aprendizaje de la ortografía, aunque el niño ya lea bien sin haber aprendido el abecedario. Una vez que empieza a leer sus primeras palabras debemos enseñarle simultáneamente el abecedario. Si vemos que aún no tiene la madurez necesaria, iremos despacio y sin presionarle, intentando que el aprendizaje sea como un juego para él.El método Glenn Doman Es uno de los más reconocidos en el mundo entero. Creado en los años 50, podríamos definirlo como el padre también del método analítico, ya que su fundamento es la relación de las imágenes y de los sonidos. Glenn Doman fue el creador de los bits de inteligencia, fichas de alta simplicidad con fondos blancos (para que el niño no pierda su atención en detalles sin importancia) y organizadas en grupos muy concretos, animales, medios de transporte… El método consigue que el niño relacione las imágenes con las palabras.Aprender a leer en dos idiomas: ¿qué método utilizar?A la hora de que un niño aprenda un segundo idioma, uno de los retos más importantes es que le guste y sea un juego para él, ya que en los últimos años estamos encontrando un aumento en la cantidad de pequeños que tienen pavor a aprender un nuevo idioma. Esto es debido normalmente a una presión desmesurada, así como por malas prácticas a la hora de enseñárselo.El aprendizaje de un segundo idioma en los niños debe realizarse de la forma más natural y sin ninguna presión. Los niños deben jugar mientras están aprendiendo y se debe aprovechar que tienen mucha más capacidad de aprendizaje de la que nos imaginamos, la cuestión es que no lo vea como un reto, sino como la forma que tiene para relacionarse con alguien cercano, una profesora, un familiar.Los padres deben comprender y aceptar que no hay prisa para aprender a leer en un segundo idioma. La edad ideal pueden ser los seis años.Colaboración: Myrian Mabel BáezLic. en Psicopedagogí[email protected]
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