Esta pregunta interesante todos deberíamos hacérnoslas en la vida, como soy cuando nadie tiene puesto los ojos sobre mí, sin esa mente ajena detrás atenta para juzgarme y frenarme.Tengo que evaluar las acciones que hago en ese momento de soledad extrema, si es – Solo para parecer-, -Solo para evitar el qué dirán- y/o -Solo para tontear-Aunque lo más importante es que en esos momentos estaría solo con mi “Conciencia”, formada por mis pensamientos y valores más íntimos, para poder examinarlos.Porque este es otro tema, puedo quedarme a solas con mi conciencia y seguir viviendo en “Automático”, con la misma superficialidad de siempre, sin hacer ninguna reflexión ni balance, siguiendo “en la cresta de la ola” y sin ver mi vida en profundidad.Una cosa que sucede “Cuando nadie me ve”, es lo mismo que le pasa al borracho cuando está en su primer etapa de alcoholismo, “Se liberan sus inhibiciones y empieza a hacer pavadas”. Por esto la mayoría contesta que en estos momentos de soledad, se mete el dedo en la nariz para sacarse los mocos, baila o hace movimientos sin pensar en el ridículo, come lo que quiere y otras paparruchadas.Es bueno de vez en cuando “sacarse las presiones de encima”, pero es mucho mejor analizar el contenido y funcionamiento de nuestra “conciencia” por la trascendencia que tiene.Nuestra “conciencia” tiene la enorme e importantísima tarea de reconocernos a nosotros mismos como seres humanos, formada por el conjunto de nuestras capacidades, límites y potencialidades, nuestras emociones, y como afectan nuestras acciones, además la conciencia está formada de nuestras creencias centrales y valores que nos guían al tomar decisiones.Con nuestra conciencia podemos reconocer nuestras emociones, sus efectos, y cómo están relacionados a los pensamientos, las palabras que expresamos y las acciones, por ej. sé que discuto demasiado con mi pareja, ¿Por qué?.También con la conciencia podemos entender las emociones y sentimientos de los otros, reconocerlos y evitar aquellos que hacen daño, por ej. sé que a mi esposa le molesta que haga chistes sobre su exceso de peso o edad, posibilitándome la decisión de no hacerlo, si quiero evitar problemas.Poseemos pensamientos transformados en valores con sus emociones acompañantes que influirán en nuestro rendimiento, y nuestra conciencia nos permitirá saberlo, por. ej. si decido realizar una tarea exigente como estudiar abogacía, pero me evalúo como poco motivado, puedo prever que podemos abandonarla y armarnos de más empuje.La conciencia nos permitirá comprender nuestros “valores” esenciales y su importancia en nuestra vida, si primero está el dinero, o la familia, o el amor al prójimo, o Dios; pues este orden de importancia determinará profundamente nuestro comportamiento, conducta y objetivos.Con nuestra conciencia estaremos atentos para reconocer todas nuestras señales “internas y externas” de buen o mal funcionamiento, las internas nos permiten saber lo que sentimos y pensamos para que guíen nuestro comportamiento, por ej. esto que me propuso mi jefe me da dolor de cabeza porque va en contra de mis valores.Con la conciencia conocemos nuestros “pensamientos y sentimientos”, cómo nos afectan y cómo afectan a los demás, por ej. el exceso de información a que estoy sometido por los medios de información me hace sentir molesto conmigo mismo y con los otros, aturdido; entonces debo neutralizarlas.Todos tenemos un flujo de pensamientos y sentimientos como trasfondo en nuestra mente, que nos acompaña en todo estado de ánimo y acción, a veces es muy sutil y aunque no nos demos cuenta de él, podemos molestarnos porque no lo individualizamos, para entenderlo debemos hacer una “pausa mental” y analizarlo. Una vida agitada suele quitarnos tiempo para hacer esas pausas, muchas veces vivimos años ocultando esa voz interna de la conciencia, que constituye una “brújula” interna para ayudarnos a encontrar un camino adecuado en cada situación de la vida, por ej. esta relación debo empezarla o no.Las personas que no pueden entender sus pensamientos y emociones, no saben entender los mensajes de su organismo, por ej. una fatiga, una diarrea, un dolor de cabeza crónico pueden ocultar estados de insatisfacción o desarreglo interno o estrés, y que pueden convertirse en cosas peores.La brújula de nuestra conciencia nos dice si la actividad que estamos haciendo es importante o no, por ej. debo copiar en este examen universitario. Con ella podremos tener una visión global de toda la situación que vivimos hasta el momento con sus pensamientos, valores, sentimientos y acciones, que cuando no están armonizadas tendremos sensaciones de inquietud, duda, angustia, congoja, fracaso, remordimiento, culpa o vergüenza.Sin clarificar nuestro camino viviremos como en una “niebla” con sentimientos raros o incontrolables, estaremos sin rumbo, que pueden acabar saboteando nuestros propios esfuerzos, es como el chiste de C. Brown donde tiramos una flecha a una pared en blanco, y luego del impacto dibujamos el blanco alrededor de ella, para exclamar convenciéndonos ¡Estamos en el camino correcto!.Si no nos preocupamos por saber qué es lo que nos gusta y apasiona, más equivocaciones tendrá nuestro camino, más aburrida será nuestra vida, más perdidos estaremos, más insatisfacciones y frustraciones habrá, más riesgos y dolencias tendremos.Una conciencia bien analizada nos proveerá una sensación de seguridad y armonía interna, debido a la correcta unión de nuestros sentimientos, ideas y valores más profundos. Sabremos nuestras fortalezas y debilidades con sus puntos ciegos, qué cualidades debemos nutrir y cambiar con el aprendizaje por la experiencia. Estos puntos ciegos pueden ser una ambición y poder desmedido, una necesidad insaciable de reconocimiento y perfección, una necesidad sin límite de dinero o sexo, y por ellos sacrificamos el resto de nuestros valores.Los puntos ciegos son hábitos parasitarios aprendidos que si no se reconocen y encaran su tratamiento, son anclas que nos inmovilizan impidiéndonos progresar, por ej. ¿Por qué soy un bebedor de fin de semana?, o ¿Porqué mantengo una doble vida en mi familia?.El hecho de ser conscientes de nuestros propios sentimientos tiene un efecto positivo en nuestra salud, nos quita estrés y tendremos mejor control de nosotros mismos.Colaboración:Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]
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