El Día Mundial del Turismo, siempre es la oportunidad para reflexionar sobre su importancia económica, su impacto sociocultural, y los desafíos que enfrenta una industria que representa “el 10% del PBI mundial y genera uno de cada once empleos” en todo el planeta, tal como destacó el director ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo, Carlos Vogeler, en una entrevista con Télam.A pesar de que el primer semestre de este año, considerado el mejor desde 2010, hubo un crecimiento interanual del 6%, con un total de 598 millones de turistas internacionales en el mundo, diversos factores como los actos terroristas y el malestar, que en algunos casos llegó hasta actos hostiles contra los turistas, en diversas ciudades del mundo por parte de los residentes locales, presentan desafíos en un mundo cada vez más inseguro.El papel de la OMT, como organismo de las Naciones Unidas que busca ayudar a los estados miembros a que establezcan el mejor ordenamiento posible de la actividad turística combinando la sostenibilidad con el crecimiento, “no es el de un órgano regulador”, advirtió Vogeler en la entrevista.Sostuvo, en referencia al tema de la sobrecarga turística en varias ciudades, sobre todo del continente europeo, como Barcelona, Venecia, Dubrovnic, Berlín y tantas otras, que la solución está en la “gestión”.“La clave, bajo mi punto de vista, es una gestión adecuada de capacidades de carga, y eso en definitiva es lo que cualquier destino turístico tiene que gestionar, ya sea un destino de carácter urbano o de carácter natural, que tiene que proteger sus recursos naturales. Tenemos que tener la habilidad de gestionar adecuada y eficientemente nuestra capacidad de carga”, remarcó.Para el especialista, el mundo está evolucionando hacia la gestión de destinos por parte de organismo público-privados “que es donde confluyen los intereses de ambos sectores. Al igual que en un parque natural en un momento determinado, el destino tiene que tener un límite -insistió- porque más allá de eso estamos infringiendo un daño al activo, al recurso turístico que es el factor fundamental de atracción de los visitantes”.El cómo aplicar esos límites depende de los gobiernos nacionales, regionales o municipales, y aunque reconoció que “es muy complejo”, señaló que habrá que “buscar fórmulas para que los flujos de visitantes puedan ser ordenados, escalonados, y que se den diferentes horas de visitas, algo que ocurre en algunas ciudades, como Florencia, que ya establecieron algunos sistemas para regular el tráfico de acceso en algunos sectores del casco histórico”.En cuanto a las plataformas digitales, que muchos señalan como parte del problema, Vogeler desechó calificarlas como “economía compartida o economía colaborativa, porque induce a error y a pensar que se trata de una actividad social, y no es así”. “Cuando un alojamiento se convierte en un alojamiento turístico porque se ofrece a un turista a través de una plataforma digital, se convierte en un negocio, porque hay una transacción económica. Ahí no hay colaboración, no hay nada que se comparta, yo no cambio mi casa por otra casa, no, hay una transacción económica”, aseveró, y como tal “tienen que competir en unos términos iguales a los que tiene el resto de la oferta turística”.Tras señalar que pueden tener “una aportación interesante a la oferta turística en una ciudad”, reconoció que esas plataformas también “producen cierta perturbación en las comunidades de vecinos” por lo que reiteró que “se necesita una norma adecuada que regule la actividad desde el punto de vista fiscal, de la seguridad, y de como impactan en esas comunidades”.Otro de los temas abordados con el especialista internacional fue el del terrorismo, “un fenómeno que desde la OMT estamos monitoreando de manera permanente” para lo cual el organismo ha constituido un “área de trabajo de gestión de crisis y de gestión de riesgos”.“Es cierto que los núcleos urbanos se han visto afectados, pero también los hemos tenido lamentablemente en centros turísticos de playas, como en Costa de Marfil, Túnez, Egipto. Hoy día estamos en un mundo inseguro en cualquier lugar. Nadie puede presumir que es un destino absolutamente segur. Cualquier actividad terrorista puede surgir en cualquier lugar”, afirmó.“Lo que estamos intentando hacer -agregó- es trabajar con todos nuestros estados miembros en la prevención, en la anticipación con las autoridades responsables de la seguridad, pero también para prepararnos para a la fase de recuperación cuando se produzca una actividad terrorista”.También hubo oportunidad de conversar sobre los vuelos low costo, que tanto han dado que hablar en el país, y en ese caso el representante de la OMT fue tajante: “Todo lo que venga a mejorar la conectividad aérea tiene que ser bienvenido”. Diferenció, eso sí, los vuelos de largo recorrido de los de mediano y corto recorrido a los que calificó como “commodities” porque “en un vuelo doméstico, de unas 2 o 3 horas, no estoy buscando ese servicio exquisito, sino que alguien me transporte con seguridad, buen precio, y que tenga un horario conveniente, entonces eso se convierte en un commoditie porque la marca ya no importa. Aplicado a la larga distancia puede tener su mercado, pero tengo mis dudas que pueda ser también un commoditie, porque ahí sí que importan otras cosas”.
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