La canciller alemana, Angela Merkel, prometió buscar socios para un gobierno estable y defendió sus políticas, luego de que su bloque conservador ganara las elecciones pero perdiera un millón de votos en favor de un partido de ultraderecha.Merkel dijo que el desempeño de Alternativa para Alemania (AfD), el primer partido de ultraderecha que llega al Parlamento alemán en 70 años, no influirá en su política exterior, europea y de refugiados, y volvió a defender haber permitido el ingreso de grandes cantidades de migrantes, algo que permitió crecer a AfD. “Es importante que Alemania tenga también en un futuro un gobierno estable”, declaró Merkel en rueda de prensa al día siguiente de las elecciones, en las que su partido Unión Demócrata Cristiana (CDU) y sus aliados bávaros obtuvieran su segundo peor resultado de la historia con un 33% de los votos. Como ganadora de las elecciones, ahora comenzará con el arduo cometido de entablar negociaciones con los liberales (FDP), Los Verdes y también con el Partido Socialdemócrata (SPD), a pesar de que este último ya indicó su intención de regresar a la oposición tras cuatro años de gobierno en alianza con la CDU de Merkel.El SPD sufrió el peor resultado de su historia, con apenas un 20,5% de apoyos. La única coalición mayoritaria posible en el parlamento alemán que tiene la reelecta canciller Angela Merkel y su Unión Democrática Cristiana (CDU) es con los liberales del FDP y Los Verdes.La posibilidad inédita a nivel federal de la llamada coalición Jamaica, bautizada así porque los colores de los tres partidos que la integran forman la bandera del país antillano, invita a Merkel a analizar los siguientes temas clave: AjusteLa concreción de esta coalición tripartita presenta “una debilidad bastante grande en materia de política social”, explicó el economista argentino residente en el sur del país europeo, Andrés Musacchio. Esto se debe a que “es muy probable que esta coalición se enfoque en un intento de ganar competitividad, tratar de profundizar todavía más el proceso exportador y, en esa búsqueda de mayor competitividad, se siga profundizando el desmantelamiento del Estado de bienestar”, remarcó el especialista en Historia Económica y de las Políticas Económicas.Edad jubilatoriaEl partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), instaló, durante la campaña electoral, que la CDU de Merkel pretende elevar la edad jubilatoria, conscientes de que sus simpatizantes, que declaran tener más de 55 años en un 40%, son potenciales detractores de la canciller y su partido. La posibilidad de extender la edad jubilatoria a los 70 años se convertirá en un factor interesante ante la tentativa de una alianza en la que jueguen los liberales, debido a que su marcada política económica neoliberal tiene como correlato el recorte de gastos previsionales.Rumbo económicoEl rumbo de las políticas económicas y sociales en Alemania es incierto y dependerá de la capacidad de Merkel de negociar con sus socios y la oposición.Pese a ser una economía con un crecimiento sostenido del Producto Bruto Interno (PBI) y la principal potencia de la Unión Europea, Alemania asiste desde hace años a una creciente brecha entre ricos y pobres.En esta materia, Merkel tendrá el terreno más difícil con sus principales opositores, la socialdemocracia y la extrema derecha, quienes no tardarán en articular las demandas de los sectores de la población que no desean la inmigración y los sectores más pobres del país.RefugiadosPese a que sus potenciales aliados -los liberales y Los Verdes- no presentan grandes controversias sobre la postura de la canciller ante la recepción de los refugiados en Alemania, Merkel tendrá que reorientar su discurso sobre los más de un millón de sirios, afganos y somalíes que ingresaron al país, ya que uno de los partidos opositores que tendrá es la revitalizada tercera fuerza parlamentaria, Alternativa para Alemania, sector ultraderechista que realizó su campaña con un discurso abiertamente xenófobo y antimigratorio sacando el 13% de los votos.Mercado laboralBajo los mandatos de Merkel, Alemania logró reducir notablemente la desocupación, a costa de “mantener empleos basura y una fuerte precarización laboral”, explicó Musacchio y agregó que con un nuevo gobierno liderado por conservadores y liberales -y aún con la presencia de los ecologistas- esta tendencia empeorará.Los sectores opositores tampoco ofrecen un futuro favorable para los trabajadores alemanes: pese a ser conservador en lo político, la ultraderecha, en materia económica es abiertamente neoliberal, mientras que la socialdemocracia abandonó las banderas del Estado de Bienestar con el desempeño de Gerhard Schroeder como canciller entre 1998 y 2005, quien irrumpió en Alemania con una reforma drástica neoliberal signada por fuertes recortes a las prestaciones sociales.Fuentes consultadas: Agencias Télam, EFE y medios digitales
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