El Jardín de los Pájaros el sueño hecho realidad de Frida Wendlinger, una obereña que dedicó su vida a las aves.Acceder al lugar es adentrarse en un marco incomparable de frondosa vegetación, ya que allí se mantienen en pie cientos de especies arbóreas propias de la región: guatambú, cedro, laurel blanco, anchico, ingá, palo borracho, sota caballo y muchas más.Frida vivía sobre la calle Haití, en la Capital del Monte, y desde niña se encargó de criar, curar y alimentar aves autóctonas en el fondo su casa. Con el pasar de los años esa labor fue adquiriendo notoriedad pública y una gran responsabilidad. Así el jardín de Frida se convirtió en un referente indiscutido de Oberá a la hora de observar aves del lugar. Dada la gran cantidad de pájaros, Frida soñaba con un lugar con muchos árboles para ellos. Este sueño sueño se tornó realidad en 1998. Resulta imposible recorrer el Jardín de los Pájaros y no preguntarse por qué estas aves están en jaulas y quienes conocen del tema explican que no podrían sobrevivir fuera del jardín, porque al estar criadas en este ámbito, ya no reconocen a sus depredadores y no podrían evitar ser capturadas. Por lo que soltarlas sería condenarlas a morir.Una particularidad de este jardín es que los pájaros caminan libremente por el predio, algunas veces acompañando a los propios turistas en el recorrido.Tucanes, pavos reales, loros australianos, jilgueros, faisanes, caranchos, urracas azules, guacamayos, gallinetas y cardenales son algunas de las aves más destacadas del lugar.Sin lugar a dudas, este particular jardín es una visita casi obligada cuando se llega a Oberá. No pierda la oportunidad de ver un sueño que se convirtió en realidad.
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