Puede suceder que ese vecino al que tengo “entre ojos” porque “es raro”, no se viste “como uno”, sale a altas horas de la noche y no sé en qué trabaja, llega un día y con su auto todo destartalado lleva por delante mi cerco de ligustrinas que cuidaba tanto para separar nuestras casas.Yo salgo con toda la bronca y le grito por el daño, él que tampoco estaba en un buen día me contesta. Consecuencia: la presión sigue subiendo y los dos terminamos a las trompadas. ¡Menos mal que ninguno agarró algo más para pelear!Ustedes se preguntarán si alguno usó su inteligencia para manejar sus emociones y no llegar a tanto. La verdad que no, y de esto trata la “inteligencia emocional” que es la habilidad para manejar con inteligencia los sentimientos y emociones, con sus ideas, para redirigir nuestras acciones siendo pensadores con sentimientos.Con inteligencia emocional podemos controlar los impulsos y esperar la gratificación, por ejemplo podemos esperar a ver varias opciones antes de comprar. Podemos regular nuestro humor y evitar que los problemas alteren nuestra capacidad de pensar, por ejemplo si estamos malos o enojados no podremos trabajar bien, podemos motivarnos y persistir frente a las decepciones, entender y compartir con el otro sus sentimientos, sin perder la esperanza. A veces no entendemos cómo las personas más inteligentes realizan hechos tan irracionales y estúpidos, esto es debido a que ser inteligente, “de notas altas”, no significa tener un mayor dominio emocional, las personas más inteligentes suelen a veces hundirse en pasiones, desenfrenos e impulsos sin control por no regular sus emociones.Ser inteligente no significa que tendremos éxito en la vida, sino que debemos combinar esa inteligencia con un buen control de las emociones y sentimientos. ¿Pueden enseñarse y aprenderse los elementos y destrezas que abarcan la Inteligencia Emocional?Estos son el “autodominio” con control del impulso emocional irracional, el ¡querer todo ya! y aprender a demorar la gratificación, sabiendo que este impulso es un componente esencial de la emoción que nos mueve y dirige a la acción.También podemos ejercitar el “celo y la persistencia” los cuáles son esenciales para llegar a obtener metas, pues con ellos continuamos con el camino planeado y no bajamos los brazos hasta obtener el logro.Asimismo podemos desarrollar la capacidad de “motivarse” a uno mismo y persistir frente a las decepciones que nos empantanan.Debemos desarrollar la “empatía” que es entender emocionalmente al otro, descubriendo sus sentimientos más íntimos para no pisotearlos.Es importante manejar las “relaciones” de manera fluida haciéndonos más expertos para escuchar, resolver conflictos y cooperar en el cuidado de la vida en común.Desarrollar la “Percepción Social” que es la capacidad de poder entender e interpretar el “mapa social” donde me encuentro, en la familia, en el trabajo, en la Escuela, etc., con esta capacidad puedo determinar quiénes son amigos, quienes son enemigos, quienes son confiables o no y como se relacionan los otros con nosotros.No debemos descartar el “Conócete a ti mismo o Auto conciencia” pues así entenderemos nuestras emociones positivas y negativas y como afectan nuestro bienestar, debemos saber cuáles son nuestras “debilidades y límites”, así como nuestras potencialidades para poder desarrollarlas. Conocer y manejar bien nuestros propios sentimientos, nos ayudará a interpretar con eficacia los sentimientos de los demás, debemos esforzarnos para superar el mal humor y evitar que los trastornos disminuyan nuestra capacidad de pensar.Reconocer nuestras “aptitudes” y dones naturales para poder cultivarlos, comprendiendo la existencia de muchas habilidades diferentes y múltiples maneras de llegar al éxito, sin perder la esperanza.La Inteligencia emocional es una destreza que nos permite conocer y manejar nuestros propios sentimientos para regularnos y controlarnos, así puedo interpretar y manejar los sentimientos de los demás, pues una emoción descontrolada como la ira extrema convierte a una persona inteligente en una estúpida.La Inteligencia emocional hace sentirnos satisfechos y eficaces en la vida, creando hábitos mentales que favorecerán nuestra propio rendimiento y mejoramiento, podremos entender nuestros límites personales y dentro de la comunidad. Poseeremos confianza en nosotros mismos y motivación para guiar y facilitar el logro de nuestras metas y objetivos.Si poseemos la adecuada empatía para interpretar los sentimientos, necesidades y preocupaciones ajenas, nos interesaremos activamente en las cosas que les preocupan a los otros, dándonos la habilidad social de comunicación, liderazgo, resolución de conflictos con habilidad para negociar y comprender los posibles cambios que vienen. Las personas con “autocontrol” manejan sus emociones manteniéndolas bajo el dominio adecuado, gobiernan astutamente sus impulsos y emociones conflictivas, permaneciendo equilibrados, positivos e imperturbables aún en los momentos más críticos.Con el autocontrol evitamos el comportamiento de las “gallinas”, si ve una gallina en el medio de la ruta y se acerca un auto a velocidad tiene dos tipos de comportamiento, uno es huir despavorida y a los gritos para cualquier lado, y el otro es quedarse quieta paralizada en el lugar metiendo su cabeza en el plumaje.Aquellos con autocontrol piensan con claridad y permanecen concentrados a pesar de las presiones, no tienen explosiones emocionales como brotes de ira y puede relacionarse con una persona enfadada sin enojarse.Si estamos en “calma” el rendimiento de nuestra memoria operativa es óptimo, al igual que nuestra capacidad de prestar atención y recordar la información sobresaliente, la comprensión, la concentración, el aprendizaje, el entendimiento, la planificación, la toma de decisiones y el razonamiento.¡PERO! si entramos en una situación estresante o preocupante porque nuestras emociones se desbordan, siendo demasiados impulsivos y sin control, consumimos nuestra energía en esta situación de autodefensa e hipervigilancia, por lo que todas estas capacidades disminuirán su rendimiento.Aunque ¡OJO! a no exagerar, si nos pasamos y excedemos con el control emocional podemos extinguir cualquier sentimiento espontáneo, transformándonos en persona apáticas contraídas y poco sociables. No manifestar las emociones lleva a las personas a una implosión emocional, con un colapso interno que se manifiesta como problemas psicosomáticos con enfermedades físicas.Colaboración:Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]
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