Señora Directora: A la par de los accidentes de tránsito que suceden cotidianamente, también suceden hechos denigrantes relacionados al “maltrato animal” y pese que existe la Ley Nacional 14.346 de 1954 de “Protección de los animales” –establece penas con prisión de quince días a un año–, pareciera que no alcanza. Siguen apareciendo casos en los que los llamados “amos o dueños” de un animal, terminan sometiéndolo a brutales castigos, tras los cuales el animal muere agonizando durante horas y hasta días en circunstancias sin explicaciones fundamentadas; quedando muchas veces impunes.Es increíble que un ser humano al enojarse le grite a otro “¡animal!”, creyendo que de esa manera descalifica a quien pretende insultar, y pensar que los animales se comportan de una manera ejemplar comparando con los seres humanos.Cuántas personas por darle el gusto a un hijo o a su pareja deciden regalar una mascota que mientras es pequeña se le tolera todo, pero cuando su tamaño aumenta, ¡zácate!, comienzan los maltratos. ¡Salí de acá animal de porquería! ¡Otra vez hiciste tus necesidades dentro de la casa! ¡Basta ya con esa plaga que me tiene harta/o! ¡Mañana lo largo, por ahí así terminan los problemas! Y así siguen los insultos e improperios contra quien o quienes buscan comprensión y un poquito de amor humano.Pero curiosamente ya ni el amor entre las personas existe en un alto porcentaje de la sociedad y la prueba está en la cantidad creciente de divorcios, que sólo sirven para que los hijos sufran el resto de su vida.Ya lo manifesté en otras oportunidades que aquella persona que no está dispuesta a tolerar a una mascota opte por un peluche y así nunca tendrá problemas.El comportamiento humano es impredecible y por eso suceden actos horribles en los que se ven involucradas personas o animales que, por ser seres vivos, deben recibir un trato respetuoso si se desea demostrar cultura y educación.Las noticias nos ponen al tanto de los hechos salvajes contra distintos animales, tanto domésticos como salvajes y eso nos debe poner en alerta simplemente porque se trata de quienes nos demuestran fidelidad y hasta obediencia.Nadie debe quedar ajeno a un acto de crueldad que se cometa contra un animal y pidiendo las reservas del caso, puede exigir la intervención de un fiscal para que actúe y exija la aplicación de las sanciones correspondientes al culpable.Si pretendemos vivir en una sociedad culta y respetuosa, pues entonces comencemos en demostrar con nuestros propios actos que puede ser un buen comienzo.
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