Señora Directora: No sé si será real y las estadísticas así lo demuestren, pero tengo la sensación de que los misioneros volveremos a marcar récord este año en cuanto a las tragedias viales en calles y rutas de la provincia. Esa impresión recibo de la lectura cotidiana de la información que sobre esos hechos publican los distintos medios de comunicación y, particularmente, por una sucesión de fines de semanas en que la pérdida de vidas humanas alcanzó a tres o cuatro personas, o más.No entiendo esa desaprensión de muchos misioneros por la vida y el desinterés por la integridad del otro, del próximo. De aquel que por una mala jugada de la fortuna será partícipe y víctima de esos bólidos desbocados que corren veloces por las rutas o infringen las más elementales normas del tránsito al circular o al estacionarse. ¡Pobre inocente!Creo que en lo que va de 2017 ya hemos superado –o estamos muy próximo a hacerlo– la totalidad de víctimas que el tránsito provocó el año pasado. Y?no veo esfuerzo de las autoridades ni de los conductores para modificar esa realidad.
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