Sonia Mabel Segura – Posadas (Misiones)Señora Directora: Según leí en ese Diario, más de 300 personas se inscribieron para participar de la audiencia pública que se realizará el miércoles 20 para exponer sobre el pretendido (e imagino, ya acordado) aumento en la tarifa del sistema integrado de transporte. Al menos en lo que hace al precio único para el área Posadas.
Aunque sé que muchas de estas personas optarán finalmente por no presentarse (son sólo tres minutos de exposición para cada una), es de esperar que las autoridades tomen buena nota de las quejas que vayan a escuchar ese día. Sobre todo porque hay una serie de insuficiencias y abusos en la prestación de ese servicio para las que los responsables del control miran hacia otro lado. Como, por ejemplo, los sorpresivos cambios de recorridos justificados en las lluvias o en el mal estado de las calles.
Pero hay también otros sobre ese servicio que no es plenamente satisfactorio como lo deseable. Los incumplimientos en los horarios, la reducción de frecuencias y el tiempo de espera que se pierde en las estaciones de transferencias. Esto determinado muchas veces determinado porque no se retiene la unidad con escasos pasajeros hasta logar un número óptimo de estos.
Además la necesidad de readecuar el sistema integrado, sobre todo el con base en la nueva estación de trasferencia en Quaranta para cubrir todas las necesidades de los usuarios cotidianos. En especial en aquellos itinerarios que antes se entrecruzaban y permitían ir de manera directa y cómoda a diferentes destinos; en los que hoy uno está obligado a retroceder hasta la estación de transferencia para camibar de coche o tomar ese segundo colectivo (cuando los hay) para llegar a ese destino.
Hay líneas como, por ejemplo, la 24 que tenían por destino la zona de la exestación de trenes que hoy han desaparecidos, sin que dentro del SITM hubiera manera de reemplazar ese recorrido; la 8, ramal 32-33, para ir al hospital; o la 21, por Lavalle, que ahora obliga a regresar hasta la estación de Quaranta para tomar el 05 y poder ingresar al centro por la calle Buenos Aires, o bien subir al 14 que en parte coincide con aquel recorrido eliminado.
En mi opinión, el sistema integrado tal como quedó diseñado ahora es solo un negocio redondo para la empresa concesionaria, ya que disminuyó la oferta de unidades a disponer y las frecuencias no han cambiado mayormente. Particularmente los fines de semana en que, si uno pudiera, sería más rápido ir caminando al centro desde las 32.33, por ejemplo, que esperar al siguiente colectivo.
A mi entender eso es lo que debiera tratarse en la audiencia pública –y solucionarse– antes que una tarifa que, por qué ocultarlo, ya está acordada de antemano.
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