Alfredo E. Halberstadt – San Vicente (Misiones) Señora Directora: Aprovecho la ocasión para exteriorizar mi preocupación, que puede ser bastante colectiva y popular, sobre las tensas relaciones que día a día van en aumento entre Rusia, China, Corea del Norte en disconformidad por la agresiva verborragia de Estados Unidos. ¿Qué necesidad tiene Washington de buscar roña con los más arriba nombrados?
El ambiente es tan tenso que en cualquier momento puede desencadenarse por un descuido la tercera guerra mundial, donde todos recibiremos el efecto negativo de esos ataques. Puede ser una confrontación bélica no con soldados con fusiles como en la segunda guerra mundial, sino con mortales bombas atómicas con efectos a largo plazo y que puede exterminar por lo menos el 80% de los vivientes. El que se salve momentáneamente recibirá los efectos negativos mortales que quedarán en el ambiente.
Por la ambición desmedida de algunos ya se contaminó nuestra atmósfera y sus efectos negativos ya los vivimos: calores y fríos descomunales, tornados, capa de ozono debilitada, lluvias violentas con granizo que en minutos descargan 100 milímetros o más de agua que inunda todo y otros graves efectos que palpamos que no existían 70 o 80 años atrás. No hay dudas que no estamos conformes con el hermoso regalo (planeta tierra) que Dios nos ofreció.
Ambiciosos desequilibrados o mentalmente enfermos nos van a llevar a una destrucción masiva, solo falta un descuido y todo será escombros en minutos: muertes, pestes que irán en contra del proyecto de Dios. El planeta que Él nos dio (Tierra) ofrece comida y paz, solo que enfermos ambiciosos no permiten que disfrutemos de este casi paraíso creado para el hombre.
Quiero recordar para algunos que el ataúd que ocuparemos no tiene billetera y lugar para llevar bienes al otro mundo
¿y entonces?
Desequilibrados, para no decir dementes, nos tienen acorralados y nos están robando los derechos que Dios nos dio al nacer.
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