Ya pasaron casi dos semanas y seguir hablando del año que fue parece hasta forzado. Pero todavía hoy surgen datos que nos demuestran el lugar en el que estuvimos y la dirección hacia la que vamos.
Tal el caso de la inflación, cuyo índice mensual (diciembre) y anual fue dado a conocer ayer. Puntos más, puntos menos, y mas allá del registro oficial, el de la oposición y el de las consultoras privadas, queda claro que sigue siendo un índice alto. Tan alto que está al tope de la región sin contar a Venezuela, en donde la inflación ya parece de ciencia ficción: 2.616%.
De acuerdo a los registros que fueron dejando los países de la zona, Argentina encabezó la lista con su 24,8% oficial (25,8% opositor; 27,12% CGT).
Le siguen México (6,77%), Uruguay (6,55%), Guatemala (5,68%), Nicaragua (5,68%), Colombia (4,9%), Paraguay (4,5%), Brasil (2,95%), Bolivia (2,71%), Costa Rica (2,57%), Chile (2,31%), El Salvador (2,01%), Perú (1,36%) y Ecuador (-0,2%).
Es cierto, nobleza obliga, advertir que 2016 cerró con una tasa inflacionaria superior al 40%, pero ello no quita que el índice sigue siendo alto con todo lo que ello conlleva.
Seguir echando culpas hacia atrás ya no vale aun cuando en su momento fueron causas fundadas. Se torna imperioso que el equipo económico del macrismo se abra a los consejos externos porque, está claro, tiene a un cuco indomable en la inflación. De hecho el recálculo de 10% a 15% para 2018 -hecho por los ministros a fines del año pasado-, vuelve a poner al país al tope de la región en un ranking indeseado.
Las diferentes reformas que impulsa el Gobierno empujarán hacia arriba los índices este y el próximo año. Hay ajustes previstos para las próximas semanas como las prepagas, los combustibles y el gas. La inflación volverá a subir fuerte ya desde principios de año.
Convendría trabajarlo, accionar y ejercer sobre ella. De otra forma estaremos ante un relato, de otro tipo… pero relato en fin.
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