Conocido también como Bacne, esta patología se presenta mayormente en adolescentes varones. Sin embargo, distintos factores determinantes hormonales, de estrés o ciertos medicamentos, pueden hacer que aparezca en personas de cualquier sexo y edad.
Se ubica con preferencia en la zona escapular y puede llegar a cubrir el tronco.
Su estadio primario es el comedoniano, pero distintas situaciones pueden llevarlo a un acné inflamatorio con la aparición de pápulas, pústulas, quistes y nódulos. Es en este estadio, cuando es imprescindible acudir al dermatólogo para que determine el tratamiento más adecuado a seguir.
En caso de ser menos severo, podemos trabajar en gabinete con un método eficaz que consiste en una sinergia de activos biotecnológicos con compuestos naturales no agresivos, que garantizan un resultado óptimo.
La acción de los AHAs, que contribuyen a la renovación natural del estrato córneo, hidratando y afinando la piel engrosada, y de los principios activos del cidro y de la lima, que purifican, depuran y refrescan, actuando a la vez como antioxidantes.
Prueba una vez a la semana con un exfoliante natural y consulta con el dermatólogo y tu cosmiatra.
Lava bien la zona con jabón neutro. Puedes hacer la exfoliación cuando te estás bañando.
Forma una pasta con dos puñados de azúcar, uno de salvado de avena y un poco de agua y extiende por la espalda, los hombros, brazos y pecho mediante movimientos circulares. Frota sin lastimarte.
Deja reposar cinco minutos y retira con agua tibia.
La avena tiene propiedades calmantes para la inflamación y el azúcar retira las células muertas.
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