El tiempo discurre lento entre los reflejos verde esmeralda del agua y a lo largo de las espléndidas orillas. Los más activos podrán dedicarse a las actividades al aire libre, mientras que aquellos que buscan momentos de serenidad se sentirán plenamente satisfechos en las playas o un spa. Históricamente, la región de Okinawa alcanzó su auge gracias a las actividades comerciales con China y demás países asiáticos, al vaivén de personas y a la mezcla incesante de culturas.
Este contexto histórico conformó el temperamento tan especial de sus habitantes, a saber, el cálido recibimiento y la hospitalidad de cara a los viajeros. Sin lugar a dudas, el hecho de relacionarse con estos isleños, cuyo carácter está impregnado del espíritu de ayuda mutua, convertirá su estancia en una de las experiencias más agradables de su vida.
El mayor atractivo de Okinawa reside en sus maravillosas playas donde el blanco de la arena contrasta espléndidamente con el azul reluciente del océano.
La isla ofrece un amplio abanico de actividades náuticas, que invitan a descubrir la fauna y la flora acuáticas o a contemplar parsimoniosamente la superficie reluciente del mar subidos a un kayak.
Por supuesto, nada les impide permanecer en la playa para relajarse y disfrutar del espectáculo que ofrece el magnífico azul del océano. En los lugares de veraneo de la costa oeste, no duden en darse un gusto al final del día deleitándose con un espectáculo indescriptible y de ensueño contemplando la puesta de sol que les dejará un recuerdo indeleble.
En Okinawa se han establecido gran cantidad de hoteles de veraneo de fama internacional. En todos y cada uno de estos establecimientos los atenderán con el más puro refinamiento y la legendaria hospitalidad japonesa, todo ello en medio de una suntuosa naturaleza que ofrece una amplia gama de actividades.
Además de todo lo que puede ver en Okinawa, tiene la posibilidad de visitar las numerosas islas que la rodean, cada una más hermosa que la otra. ¿Qué más decir? pues es poco el espacio y hay mucho para contar, nada mejor que las imágenes y un consejo: decídase a viajar.
Acuario Churaumi
No es de extrañar que Okinawa sea sede de uno de los acuarios más grandes del mundo. Fue creado para promover el turismo y el patrimonio natural del archipiélago. Con 19.000 m2 de exposición, 77 tanques de 10.000 m2, especies locales únicas de grandes profundidades y varios gigantes marinos, Churaumi es el segundo acuario más grande del mundo y el único que tiene varios tiburones ballena juntos en una piscina de 7.500 m2. En la foto el Tanque Kuroshio, famoso por su inmensa bahía de 22 metros que permite observar las especies más grandes.
Estética y salud
Okinawa es sinónimo de reposo corporal y espiritual. Es muy popular entre el género femenino que acude para disfrutar de las curas de belleza en los spas o en los servicios que los hoteles ponen a disposición de sus clientas.
Atracciones todo el año
Okinawa ofrece celebraciones tradicionales y festivales, además de competencias deportivas internacionales y eventos varios que hacen resaltar el esplendor del entorno natural y fascinan cada año a gran número de visitantes.
Paraíso del buceo
Las aguas del mar se encuentran entre las más transparentes del mundo. Los peces multicolores se desplazan entre los arrecifes coralinos de una belleza incomparable, sueño de buceadores del mundo entero.
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