La crisis económica se hace sentir de diferentes maneras. Desde la baja en el consumo, la compra con tarjeta (deuda a cambio de circulación de efectivo) y en la coparticipación de impuestos que llegan efectivamente a las jurisdicciones a partir del pago de impuestos por parte de los contribuyentes.
Un reciente informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) indicó que La tasa de crecimiento de la coparticipación federal de impuestos fue de 34% con relación a 2016, lo cual representó el menor incremento de los últimos tres años. Además evaluó que si se observan los valores acumulados durante los doce meses del año, se tiene que los envíos a provincias en concepto de coparticipación y leyes especiales fueron de $754.337 millones.
De allí se puede desprender que las provincias (y en efecto cascada los municipios) tengan cada menos recursos para el pago de obligaciones y, cada vez en menor grado, fondos para obras y servicios en base al efecto inflacionario.
El IARAF dejó expuesto el estrecho apoyo político y económico de Mauricio Macri a María Eugenia Vidal, al considerar que si se analizan los montos enviados por jurisdicción se aprecia que, obviamente, Buenos Aires es la provincia que más fondos recibió en concepto de coparticipación y leyes especiales, con $137.303 millones.
En el otro extremo se ubica Tierra del Fuego, con $8.868 millones, donde gobierna una opositora que ha respondido a los requerimientos legislativos de Cambiemos en los últimos tiempos. No es casual que en estos tiempos de escasez de recursos, más de un intendente piense en la forma de bajar los gastos, recortando ítems de todo tipo del presupuesto, incluso en materia de personal no permanente. La duda generalizada sigue siendo si lo peor ya pasó o la falta de recursos se puede profundizar con el correr del año.
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