Evidentemente al Gobierno nacional le preocupan las encuestas. Desde que circuló en enero una de ellas que le marcó una baja de popularidad del orden del 10% por los tarifazos, luego el escándalo del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, entre otros; Mauricio Macri ideó en su reciente gira por Rusia y Suiza, la forma de mostrar a los argentinos un tema que marque agenda periodística para contrarrestar el mal momento que atraviesa su gestión.
Ayer se conocieron las medidas que el Presidente decretó para bajar el gasto público, en medio de una política de ajuste dura -especialmente en tarifas- que castigan los bolsillos de los argentinos.
Cabe recordar que determinó la rebaja del 25% de los cargos públicos (un porcentaje similar al que incrementó desde el inicio de la gestión de Cambiemos con la creación de los nuevos Ministerios y Secretarías).
Además, les prohibió a los ministros el nombramiento de familiares: la casi totalidad de su Gabinete tiene a un hermano, hijo, primo, yerno etc. como colaborador con sueldos importantes.
A partir de ahora, los familiares de los ministros no van a poder ser parte del Gobierno. Vamos a perder colaboradores valiosos, afirmó el jefe del Estado para dejar abierta la incógnita si la medida es retroactiva o rige de ahora en adelante.
En 2016, el periodista Jorge Lanata había expuesto la relación de nepotismo que envolvía al Gabinete macrista. Dos años después, con los números para abajo en aceptación de la gestión, el Presidente decidió cambiar de estrategia.
Sin embargo, esas dos medidas, sumado al congelamiento de los haberes de Ministros y Secretarios, no alcanzan para mostrar que el ajuste llegó de la misma manera que a los hogares de cada provincia.
Para comprometerse a bajar el grave déficit fiscal que arrastra el Estado, tapado con parches, con deuda (parches un poco costosos).
Además de grandes titulares, en un momento como el actual, se requieren medidas de fondo que, hasta ahora, Cambiemos no ha tomado.
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