La convocatoria a movilización para el próximo 22 de febrero hecha por Hugo y Pablo Moyano cosechó el apoyo de gran parte de la dirigencia sindical, con pocas excepciones vinculadas a un sector del triunvirato cegetista.
Así, los sindicalistas de mayor peso van cerrando filas contra el gobierno de Mauricio Macri, al que señalan como el promotor de las investigaciones y encarcelamientos a algunos de los dirigentes que supieron ostentar poder, fama y dinero. Pero, públicamente, los dirigentes se refieren a la desocupación, el ajuste del Gobierno, la suba de tarifas impagables, y la reforma laboral frenada en el Congreso por falta de consensos.
Si el movimiento se une detrás de este norte sin desviaciones seremos imparables. En la construcción de esta perspectiva estamos embarcados. No podemos dejar pasar esta reforma. Salgamos a defender nuestras conquistas, coordinemos la lucha y participemos de reuniones, y asambleas en cada unidad para informarnos y debatir las acciones a desarrollar, afirmaron Roberto Baradell (referente de los docentes bonaerenses) y Hugo Yasky por la CTA kirchnerista que oficiaron de voceros al dar a conocer el apoyo a los Moyano.
Luego, sin Rodolfo Daer que es parte del triunvirato que dirige la Confederación, 24 de los 36 gordos a independientes (como se dividen internamente las cabezas de federaciones) también manifestaron respaldos con los cuales, Pablo Moyano se animó a vaticinar que será la movilización más grande que haya convocado Camioneros.
Como viene sucediendo en los últimos tiempos, a medida que se anuncia una movilización opositora a Cambiemos, paralelamente aparece otra a favor de Macri por redes sociales de las que el Gobierno se despega, aunque termina luego admitiendo que apoya expresiones de esas características.
Una cosa eran los Moyano solos. Otra muy distinta resultará con el aval de la gran mayoría de los sindicatos.
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