Hace algunos años, el príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa Kate Middleton viajaron a Nueva Zelanda y allí dejaron plasmados estos saludos tradicionales que tienen un hermoso significado.
Según la cultura maorí este tipo de saludo está basado en la leyenda que explica que los dioses moldearon con tierra la figura de una mujer, sobre cuya nariz el dios Tan (encarnación de la masculinidad), echó su aliento y la figura cobró vida, convirtiéndose en Hineahuone (mujer creada de la tierra).
Una vez realizado el hongi, el recién llegado deja de ser considerado un manuhiri (extranjero o visitante), y pasa a convertirse en tangata whenua (alguien de la tierra). Quienes saben de esta tradición aseguran que no llegarás vos a esas tierras y te saludarán de ese modo. Solo si tomás contacto con un maorí y te hacés amigo, entonces así quizás participarás en un saludo tan especial. En el caso de los príncipes es protocolar.
El hongi es especial y consigue que dos personas se conjuguen en un mismo tiempo y espacio. Esto se consigue con el H?, el también llamado aliento de vida. Con el saludo las dos personas respiran al unísono, tomando prestado e, intercambiando, un aire que deja de ser ajeno para convertirse en un nexo de unión. Se dice que, cuando dos maoríes se saludan el uno al otro presionando sus narices, como esta tradición proviene directamente de los dioses se produce un contacto espiritual entre las almas.
Verdad, leyenda o misticismo, lo cierto es que en el momento de realizar el saludo no nos quedaremos indiferentes, y la calidez y el respeto hacia esa otra persona quedará retratada al instante. ¡H?!
Discussion about this post