Sebastián López fue atacado dentro de la gomería donde trabajaba. Los dos detenidos, de 38 y 17 años, fueron vistos juntos en un pool cercano.Los primeros efectivos policiales que arribaron al escenario se toparon con los detalles de un macabro asesinato. La víctima tenía la cabeza destrozada y sus restos de sangre y masa encefálica regaron el piso y la pared de la habitación dormitorio de una gomería y lavadero de automóviles de Montecarlo.
Sebastián López de 26 años, empleado del lugar, fue atacado y su vida acabó por la tunda de golpes propinados con un martillo tipo maza, herramienta utilizada para el recambio o reparación de neumáticos.
El homicidio se investiga hasta el momento como un hecho cometido en ocasión de robo porque del lugar, lavadero conocido como La Sombra, desaparecieron dos mil pesos recaudados durante la jornada del viernes, confiaron las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN.
El predio está ubicado a pocos metros de la municipalidad montecarlense, por la avenida El Libertador al 2.345, punto de acceso al barrio Bischoft, y fue un hermano de Sebastián López quien lo descubrió masacrado a golpes y alertó a la comisaría local alrededor de las 7:50 del sábado.
La tarea de los investigadores de la Unidad Regional III tuvo respuestas rápidas ya que fueron detenidas dos personas por el hecho, un sujeto de 38 años y un joven de 17 años compañero de tareas de López en el mismo emprendimiento.
En el caso del primer sospechoso demorado, trascendió que reside en el barrio Retiro de Montecarlo, mientras que el de 17 años fue ubicado en su hogar del barrio Aeropuerto de Puerto Piray.
De las pericias efectuadas por de efectivos de la división de Criminalística, del bioquímico y médico policial, se estableció que el joven sufrió fractura de cráneo, en la región parietal, con pérdida de masa encefálica y fuerte contusión en el ojo derecho.
El cadáver fue hallado tendido en la cama, y de acuerdo a las primeras observaciones, allí fue ultimado López. Se hallaron grandes manchas de sangre en la pared, muebles y colchones.
En el mismo dormitorio se encontró le martillo o maza con manchas compatibles por color y consistencia con sangre.
Por orden de la jueza de Instrucción de turno, Nuria Allou, se solicitaron exámenes a los sospechosos, principalmente correspondientes a muestras de posibles rastros genéticos de la víctima fatal en el cuerpo, entre las posibilidades de que posea manchas de sangre o restos de piel en las uñas.
En el caso del involucrado de 38 años, este habría sido el último en ver con vida a López, ya que entre las 23 del viernes y las 2 del sábado habrían compartido tragos y jugado al pool en un bar de la zona.
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