Nuevamente la alianza gobernante expone al presidente Mauricio Macri a las embestidas opositoras por funcionarios que no pueden explicar su patrimonio. Es el caso, ahora, del subsecretario general de la Presidencia, Valetín Díaz Gilligan, quien olvidó u omitió declarar que fue director hasta noviembre de 2014 de una sociedad del Reino Unido vinculada al negocio del fútbol con US$1,2 millones en Andorra, como reveló el diario El País, de España.
A pesar que su jefe director, Fernando de Andreis (uno de los funcionarios de mayor confianza de Macri) aseguró que Díaz Gilligan no tiene ninguna empresa offshore, la aclaración no convenció a los socios políticos de la UCR y la Coalisión Cívica, que salieron a pedirle al sospechado una licencia en el cargo para encargarse de aclarar su situación.
El secretario de Fortalecimiento Institucional, Fernando Sánchez, un estrecho colaborador de Elisa Carrió, opinó sobre el tema que, de haberle tocado una situación similar, habría tomado licencia. Desde el mismo espacio político, la diputada Paula Oliveto dijo que Díaz Gilligan no debería declarar ante la OA, sino ante la Justicia.
Pero la opinión más fuerte por el cargo que representa, la dio el presidente del interbloque Cambiemos, Mario Negri, uno de los defensores más férreos del gobierno nacional por los medios.
Diaz Gilligan, funcionario, debería pedir su separación del cargo, ir a la Justicia y aclarar su proceder. No es condena, la vara sobre la transparencia está puesta muy alta por parte de Cambiemos, expresó el diputado nacional a través de Twitter.
Luego de la exposición y el revuelo mediático, Valentín Díaz Gilligan presentó la renuncia anoche al cargo, un gesto que esperaba el entorno del Presidente mucho antes de ayer, para evitar que la imagen de la gestión siga cayendo en picada.
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