Es un punto referencial de la chacra 159 donde se realizan múltiples actividades sociales. Como comedor atiende tres veces por semana a unos 160 niños.Ladrillo por ladrillo, sin prisa pero también sin pausa, los trabajos en el comedor Ellos no tienen la culpa continúan con mucho esfuerzo, con el propósito de mejorar la calidad de vida de los vecinos de la humilde chacra 159, situada en el Oeste posadeño.
Actualmente se encuentra en construcción la parte de la cocina, sanitarios y recepción, para lo cual los referentes del emprendimiento solicitan colaboración.
La idea de levantar este sitio para brindar una mano a los que menos tienen está inspirada en la labor de don Jorge Fedorischak, fundador de varios comedores e instituciones sociales en Posadas. Mario (Fedorischak) es el que tomó la posta y quien se encarga de llevar adelante las tareas en Ellos no tienen la culpa.
Faltan chapas, hierros, madera, cemento, arena, entre tantas otras cosas para seguir avanzando con el salón, la cocina, el comedor, que serán los definitivos, según explicaron.
En el comedor se llegan a servir en un día hasta 160 raciones de comida y de meriendas. Los comensales van variando de acuerdo a las necesidades, a la altura del mes, de cómo está la calle, entonces no hay un número fijo diario de asistentes pero cuando más difícil está la economía más gente tenemos, señaló Fedorischak.
Paso a paso
Las paredes de ladrillos huecos ganaron en altura en las últimas semanas, es donde irá la cocina que luego deberán equiparla, el comedor, una oficina y sanitarios.
El lugar funciona desde el año 2016 y por el momento el servicio alcanza para hacerlo tres veces por semana, consistente en almuerzo y merienda.
Los insumos alimenticios los aporta Desarrollo Social, a través de los comedores y la Cocina Descentralizada colabora con comida elaborada. En el lugar trabajan ad honorem dos mujeres, que son las encargadas de que llegue a los niños el destino principal de la comida.
No dejamos de lado a las personas mayores pero la prioridad es de los niños. Acá tuvimos varios gestos que conmueven y nos quedan grabados, porque viene gente muy necesitada, que no tiene prácticamente nada para comer y a veces -por ejemplo- se les da una caja de leche a una familia y se termina el stock pero se la vuelven a dar a otra que está más necesitada. Es decir, son humildes, pobres, pero comparten lo poco que uno puede darles y eso nos motiva a seguir adelante, remarcó Fedorischak.
Además de ser utilizado como comedor y merendero en el lugar se brinda apoyo escolar, el salón principal se emplea para festejar los cumpleaños infantiles de los chicos del barrio, proyectar películas, efectuar reuniones del foro de seguridad y dictado de cursos de oficios para los vecinos.
Contacto
Queremos seguir avanzando en la construcción del edificio para poder ofrecer un mejor servicio y llegar a más niños. Nos pueden acercar la ayuda al 3764-153015.
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