Lo confirmó la autopsia al cuerpo del joven, que estableció que fue atacado a golpes de puño, patadas y “culatazos” de armas de fuego. Allanaron las viviendas de los detenidos.Fractura de cráneo, de costillas e innumerables golpes internos. Esas fueron, al decir de la autopsia, las causas de la muerte de Gilberto Díaz (28), el joven que fue atacado por al menos cinco hombres en medio de lo que habría sido un caso de justicia por mano propia en la zona rural de El Soberbio.
El informe médico forense ratificó además que la víctima fue atacada a golpes de puño, patadas e impactos con elementos contundentes. Las marcas de estos últimos apuntan hacia culatazos con armas de fuego, según explicaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN.
En tanto, a última hora del viernes continuaron los procedimientos de los efectivos de la Unidad Regional VIII?en la zona de Paraje Capibara, donde todo sucedió. En ese sentido, trascendió que se realizaron allanamientos en las viviendas de los cinco detenidos.
En cuatro de ellas no fueron hallados elementos de interés para la causa, pero no así en el inmueble de uno de los involucrados, donde los efectivos procedieron al secuestro de una vaina servida calibre 38 milímetros y una vaina de cartucho de escopeta calibre 28 milímetros.
Tanto esos objetos como los detenidos permanecen a disposición del magistrado Gerardo Casco, titular del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, quien ordenó la instrucción de una causa caratulada en principio como homicidio e incendio. En las próximas horas todos serán indagados.
Díaz fue agredido a golpes por un grupo de vecinos de la zona de Paraje Capibara, alrededor de las 22 del sábado 17 de febrero.?Sufrió lesiones gravísimas que obligaron a su internación en el sector de cuidados críticos del Hospital SAMIC de?Oberá, donde dejó de existir cerca de las 15.30 del último miércoles. Agonizó por cinco días.
El trasfondo del ataque fatal se conoció gracias al testimonio de Osmar (28), compañero de Díaz, quien se encontraba en el inmueble cuando los agresores atacaron a golpes a la víctima e incluso le incendiaron la casa.
Ese testigo clave logró escapar con múltiples lesiones de la furia popular y, por temor a que lo encontraran y terminaran con lo que habían empezado, permaneció oculto durante cinco días en el monte, donde se alimentó de lo que pescaba en los arroyos de la zona.
Tras una intensa búsqueda, los efectivos de la UR-VIII lograron encontrarlo en un campamento abandonado emplazado a la vera del arroyo Paraíso, a unos 40 kilómetros de la zona urbana de El Soberbio.
Luego de recibir atención médica, el joven declaró y confirmó las identidades de los atacantes. A los pocos minutos, la Policía detuvo a los cinco involucrados.
Todo apunta a que los mismos acusaban a Díaz por numerosos robos perpetrados en las últimas semanas y decidieron tomar la justicia con sus manos. Conocer ese trasfondo no fue fácil para los investigadores: en Paraje Capibara propios y ajenos acordaron un pacto de silencio para no hablar sobre el asesinato.
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