Tiene 22 años y, aseguran, se ufanaba de haber sido el autor. En su casa se hallaron prendas y calzados con manchas que serían de sangre. Buscan el celular de la víctima.Una novedad importante fue la que sumó la investigación por la brutal agresión a la joven universitaria en el barrio?Palomar. Un joven de 22 años fue detenido ayer por la tarde bajo sospechas de ser el presunto autor del episodio. En su vivienda fueron halladas prendas de vestir y calzados con manchas que serían de sangre.
Según pudo saber PRIMERA?EDICIÓN, los detectives de la Unidad Regional I y de la Dirección de Investigaciones y?Delitos Complejos de la Policía provincial llegaron hasta el sospechoso gracias al testimonio de testigos que aseguraron que el mismo se ufanaba en los últimos días de la autoría del hecho.
Ante tal situación, sumada a otros elementos de interés, es que el magistrado Walter Ricardo Balor, titular del Juzgado de Instrucción 6, ordenó un allanamiento en la vivienda emplazada sobre calle San Marcos y Ojo de Agua, a dos cuadras del centro posadeño y a seis de la escena del hecho.
En ese lugar fue apresado el principal sospechoso, dos de sus hermanos y otros tres jóvenes. Salvo el presunto autor, el resto quedó tras las rejas en calidad de demorados, hasta tanto se recolecten más pruebas.
Con la presencia del propio subjefe de la Policía provincial, comisario general José?Mazur, los efectivos requisaron la vivienda de madera y se toparon con las prendas de vestir y calzado que ahora serán sometidos a pericias.
Según trascendió, tanto el detenido como varios de los demorados poseerían antecedentes por hechos de robo en la zona del Palomar y alrededores. Incluso, aseguraron las fuentes, estarían vinculados a numerosos arrebatos.
Es por ello que las aprehensiones robustecen la hipótesis de que la estudiante universitaria de 23 años salvajemente agredida sobre calle Líbano 2.852 alrededor de las 23.20 del último viernes pudo haber sido víctima de un violento arrebato.
Aquello descartaría, al menos en principio, la teoría de un ataque de índole sexual. A su vez, también apuntaría que podrían haber sido más de uno los agresores.
En esa misma línea es que el trabajo de los investigadores consiste ahora en hallar el teléfono celular de la víctima, sustraído en el hecho, tal como PRIMERA?EDICIÓN anticipó en su edición del domingo último. No será un trabajo fácil: los detectives creen que el aparato ya fue vendido por el presunto autor.
Sobre el correntino
Con respecto al correntino detenido el martes por la tarde, se supo que sigue ligado a un hecho de abuso simple contra una niña de diez años, aunque su situación se alivió en relación al ataque a la estudiante tras las detenciones de ayer.
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