Cambios en casa

Susana tiene 42 años y acaba de dejar a su tercer hijo en una nueva ciudad para seguir estudiando. Con los tres varones universitarios se acababan muchas responsabilidades cotidianas. Una nueva etapa sin tanto bullicio parecía que sería FABULOSA.  


La relación con su esposo era tranquila, buena y sin mayores problemas. Tenía planificado empezar a hacer varias cosas al tener más tiempo, pero su cuerpo empezó a pasar la factura de tantos años en que fue mamá, esposa y profesional, y se olvidó de ella. 

Comenzó entonces con su ginecóloga, a quien conocía desde hacía años y sabía que tras su último embarazo se le había declarado hipotiroidismo. Sus emociones empezaban a transformar su cuerpo. Estaba bajo control y no había presentado nunca problemas. Y… ¡continuaré la historia!  Mientras, ahora es vivir con salud.  

Colabora
Marcela Campias
Médica. Clínica.
Especialista en Medicina Orthomolecular. CIMO
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