Estaban demorados bajo sospechas de guardar relación con la feroz agresión a la estudiante universitaria. El principal sospechoso, de 22 años, en cambio, continúa detenido a la espera de la indagatoria.
Así lo pudo confirmar ayer PRIMERA EDICIÓN en base a sus fuentes, quienes indicaron que esos cinco involucrados habían sido aprehendidos de manera preventiva. Ya sin pruebas en contra de ellos, todos recuperaron el jueves la libertad.
Sobre el presunto autor, se supo que podría desfilar ante el magistrado Walter Ricardo Balor, titular del Juzgado de Instrucción 6 de Posadas, durante la próxima semana. Ese joven quedó seriamente comprometido después de que testigos indicaran que se ufanaba del robo a la estudiante y, además, ante el hallazgo de prendas de vestir y calzados con manchas que serían de sangre en su domicilio de San Marcos y Ojo de Agua, donde fue apresado.
En tanto, continúa el trabajo de los efectivos de la Dirección de Investigaciones y Delitos Complejos, junto a sus pares de la Unidad Regional I, en busca del teléfono celular de la víctima.
Ese aparato sería lo único que se llevaron el o los autores del violento ataque registrado alrededor de las 23.20 del viernes 23 de febrero sobre calle Líbano de Posadas.
Por ese lugar, la estudiante de Ciencias Económicas, de 23 años, caminaba rumbo a la casa de una amiga para preparar una materia cuando fue sorprendida y golpeada por uno o varios desconocidos.
Aunque en un principio se habló de un ataque de índole sexual, teoría que no fue descartada, todo apunta ahora a que se trató de un violento arrebato. No será fácil reconstruir aquel episodio, ya que los golpes recibidos por la víctima le produjeron hundimiento de cráneo y, además, amnesia. Los detectives esperan que, en la indagatoria, comience a clarificarse lo que realmente sucedió.
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