A veces resulta que ponemos mucho empeño y voluntad en que un determinado objetivo se lleve a cabo y se haga realidad, y pareciera ser que aunque pongamos mucho esfuerzo la cosa no funciona, no avanza, no se da. Y es que muchas veces nos autoboicoteamos sin estar siendo conscientes de ello, y ¿porque sucede esto? Por nuestras creencias limitantes.
Es como si estuviéramos atados con una soga por la cintura y cada vez que intentamos llegar a un objetivo avanzamos hasta que algo nos ataja y aunque intentemos e intentemos seguimos moviéndonos en el mismo espacio sea para donde sea que vayamos, sin poder ir más allá y sin poder alcanzar nuestras metas y sueños.
Las creencias están sembradas mucho tiempo atrás cuando no prestábamos atención de la información que se nos era dada, y así en nuestro interior nos escuchamos decir: las mujeres no deben hacer esto, si lo intentas te dirán que no, sin ayuda no puedes, necesitas de alguien alado para llegar más lejos, sin un título no es posible, la edad te condiciona, el dinero hace a las personas malas, no puedo
, no debo
, y tantas conversaciones internas más. Puedes intentar y tener toda la voluntad que quisieras, pero si tus conversaciones internas son negativas, tus resultados serán negativos.
Cuando modificas tus creencias, y cambias las conversaciones que tienes en tu interior también cambian las posibilidades que creas con ellas, porque somos creadores de posibilidades desde nuestro ser, desde lo que estamos siendo, pensando y decidiendo.
Identificar cuáles son entonces las creencias limitantes que nos traban es fundamental, ¿cómo saber cuáles son? Escúchate, y toma nota sobre qué opinas y piensas sobre un tema en particular que quieras modificar, cambiar o mejorar, ya sea en el ámbito laboral, pareja, familia, relaciones interpersonales, salud física, etc. ¿Qué es lo que te dices internamente cuando quieres intentar algo? Escríbelo, anótalo y hazlo consiente.
Luego reemplaza esas ideas por ideas que te sean más útiles. Si tu idea es bajar de peso, pero te repites en tu interior, ya sé que voy a fracasar en la dieta, siempre la dejo; puedes reemplazar por ideas como: si logro mantener una disciplina en la alimentación por dos días, puedo hacerlo por tres y hasta una semana, y así sucesivamente. Hasta que el nuevo pensamiento esté instaurado de tal manera que sea tu nueva creencia, pero no limitante sino de ¡posibilidad!
Tardamos más de 20 días en tener un nuevo pensamiento que se nos vuelva hábito, como cualquier conducta, anotarlo y repasarlo todos los días es fundamental; y si un día te olvidas, no importa, vuelves a cero pero no lo dejas de intentar.
Colabora
Natalia de las Nieves
Terapeuta Motivacional
En Facebook: Rincón
De Luz y Bienestar
3764-4366593
Discussion about this post