La continuidad de la provisión de medicamentos a los jubilados está en zona de riesgo por efecto de la incertidumbre que surge de las negociaciones entre el Gobierno nacional y la industria farmacéutica.
Desde la Confederación informaron que estas negociaciones se vienen desarrollando sin resultados concretos. Incluso los mensajes que surgen de una parte y de la otra sobre el curso de las misms no son coincidentes.
Las farmacias afirman haber mantenido reuniones con autoridades del PAMI, con funcionarios de la Vicejefatura de Gabinete y con componentes de la industria farmacéutica, y las conclusiones de esos encuentros no pueden ser más desalentadoras: no se conoce a cuáles medicamentos tendrá acceso el jubilado a partir de abril, no se conoce cuánto ni cuándo pagará el PAMI las futuras prestaciones ni a quiénes, no se conocen las condiciones que se les plantean a las farmacias para seguir atendiendo el convenio y por ende no se conocen cuáles farmacias seguirán atendiendo, no se conoce cómo ni quién realizará el servicio de auditoría y sistemas, no se conoce cómo el PAMI se pondrá al día con la deuda que incluye el mes de diciembre, no se conoce de qué manera se pagarán los servicios y prestaciones de lo que va del 2018 una vez que el actual convenio finalice.
Demasiadas incógnitas para un convenio que termina en 20 días y provee de medicamentos a los cinco millones de argentinos con mayor demanda de atención sanitaria.
Según la Confederación estos interrogantes le están siendo retaceados a los jubilados bajo el manto de una promesa de reducir el gasto por parte del PAMI, pero sin indicar cuáles serían las consecuencias concretas de ese ajuste en el acceso del jubilado a sus medicaciones, y sostiene que la única certeza en estas negociaciones es que se está preparando la irrupción plena y masiva en el convenio de los intereses económicos más poderosos y concentrados del sector.
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