El consumo excesivo de sal es el principal factor de riesgo de hipertensión, la principal causa de muerte prematura y la segunda de discapacidad por enfermedades no transmisibles como el infarto.
El Ministerio de Salud Pública de Misiones se une al llamado de ¡Menos sal, por favor! en la Semana Mundial de la Concientización sobre la sal, que comenzó ayer y se extenderá hasta el 18 de marzo, con el fin de recordar sobre los efectos nocivos del consumo excesivo de este mineral e informar acerca de la adopción de hábitos saludables para una vida más sana.
Como parte de las estrategias de Salud Pública, la cartera sanitaria provincial a través del Programa Provincial de Control de Enfermedades Crónicas No Transmisibles trabaja actualmente junto a los municipios de Leandro N. Alem, Oberá y Campo Viera en la elaboración de una ordenanza que adhiera a la ley de alimentación saludable; resaltando la prohibición de ofrecer saleros en locales gastronómicos, carta de menú con oferta de comidas sin sal y agregando la leyenda de ‘El consumo excesivo de sal es perjudicial para la salud’. Además de continuar en el control y fiscalización de panificados con reducción de agregado de sodio, indicó la Directora de Atención Primaria, Dra. Viviana Ramírez Silvero.
El consumo excesivo de sal es el principal factor de riesgo de hipertensión en la población. La hipertensión constituye la principal causa de muerte prematura y la segunda de discapacidad por enfermedades no transmisibles como el infarto, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades renales.
En la mayoría de los países de América se consume más sal con respecto a los 5 gr diarios recomendados por la OMS. El consumo diario va desde 12 gramos en Argentina, 11 gramos en Brasil, a 8,5 a 9 gramos por día en Canadá, Chile y en Estados Unidos. Estas cifras duplican con creces el valor recomendado por consensos de expertos en el ámbito internacional.
La mayoría del sodio que se consume habitualmente proviene de los alimentos procesados o industrializados, donde los consumidores no tienen participación ni conocimiento sobre la cantidad de sal agregada. En nuestro país se calcula que entre el 65% y el 70% de la sal que se consume proviene de dichos alimentos.
En este contexto, para disminuir el consumo de sal en la población no alcanza con promover cambios a nivel individual sino que son necesarias políticas de salud pública que promuevan el acceso igualitario a alimentos saludables y limiten el contenido de sodio de los alimentos procesados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la FAO recomiendan la ingesta de menos de 5 gramos diarios de cloruro de sodio incluyendo el proveniente de todas las fuentes de alimentos y bebidas.
Misiones viene trabajando en este tema los últimos años, donde se ha asumido la responsabilidad del Estado de regular sobre los alimentos que se comercializan y llegan a la mesa y a la boca de las personas, no solamente en su contenido de sal sino también en lo que respecta a grasas trans.
Este espacio de intervención resulta fundamental para contribuir a garantizar la posibilidad del acceso a una alimentación saludable, ya que las campañas que tradicionalmente se centran en la responsabilidad de las personas individuales para reducir la ingesta de sodio, no tienen en cuenta que para poder elegir hay que disponer de alimentos saludables accesibles y hay que tener información adecuada sobre las características de lo que se compra a la vez que criterios acerca de lo que es más adecuado en cada caso.
Salud Pública desde el año 2013 promueve la reducción de sal en panaderías de toda la provincia, fiscaliza en su Laboratorio de Alimentos, a través de la División de Alimentos de la Dirección de Saneamiento Ambiental, los límites de sodio en los alimentos elaborados y a su vez está trabajando con los municipios coordinadamente en actividades de protección a la comunidad, mediante la sanción de ordenanzas que regulen la actividad gastronómica en congruencia con la Ley 26905: mensajes sanitarios que deben acompañar los menús respecto de los riesgos del consumo excesivo de sal; disponibilidad de menús alternativos de comidas sin sal agregada; limitaciones a la oferta espontánea de saleros; disponibilidad de sal en sobres (500mg) y de sal con bajo contenido de sodio; entre otras acciones.
¿Sabías que…?
-Las panaderías que tiene un afiche con la leyenda “Menos sal, más vida” son las que cumplen las directivas de la autoridad sanitaria de reducir la concentración de sodio en el pan común.
-El impacto esperado de reducir 3g/día por persona el consumo de sal es el de evitar 6.000 muertes por eventos cardiovasculares cada año en nuestro país.
-El gusto se vuelve más sensible a los sabores en general cuando se reduce el consumo de sal.
-Es recomendable no agregar sal durante la cocción de los alimentos porque se requiere utilizar más cantidad para lograr el mismo sabor. En ese momento de la preparación es mejor usar otros condimentos naturales.
-Es importante leer las etiquetas de los alimentos procesados y poder comparar su composición y contenido de sodio.
-Aguas minerales y mineralizadas de distintas marcas no tienen la misma concentración de sodio y es conveniente leer la etiqueta para poder elegir la más conveniente en cada caso
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