En otras oportunidades me he referido a la Comunicación no violenta, método desarrollado por el Dr. Marshal Rosenberg con el fin de enseñar una manera funcional y pacífica de relacionarnos con los demás.
En este sentido, existe una relación directa entre la violencia y el uso de un lenguaje repleto de juicios y evaluaciones, remitiéndonos ello a nuestra manera de pensar, de comunicarnos y de gestionar las relaciones de poder.
La propuesta es basar nuestra comunicación en la empatía para gestionar los conflictos sin violencia. Esto supone cambiar nuestra mentalidad basada en juicios y normas establecidas sobre lo que está bien o mal, por la expresión honesta de nuestros sentimientos y necesidades y la escucha empática.
Para describir estas dos maneras en que nos comunicamos, el Dr. Rosenberg, utiliza metafóricamente a dos animales: la jirafa y el chacal o lobo.
La jirafa es el animal terrestre con el corazón más grande. Debido a su cuello largo tiene una buena perspectiva general y visión clara. La jirafa representa la comunicación compasiva. El lenguaje de la jirafa lleva inherente la compasión, pues se habla desde el corazón, puede retener en él muchos sentimientos, tanto positivos como negativos.
El segundo animal es el chacal, que representa la competencia. El lenguaje del chacal se relaciona con juzgar, criticar, analizar, moralizar y acusar. Cuando nos sentimos víctimas porque creemos que hemos sido tratados o acusados injustamente, o cuando queremos imponer nuestros deseos, tendemos a utilizar el lenguaje del chacal. Este tipo de comunicación establece barreras entre las personas y crea un clima de alienación y desconfianza.
El lenguaje del chacal divide. El lenguaje de la jirafa unifica.
Se dice que el chacal por tener su corazón más cerca de la cabeza, no tiene tiempo de tener una perspectiva global de las cosas, y tiende a comportarse de forma agresiva, imponiendo poder y culpabilizando, mientras que a la jirafa, además de tener el corazón más grande, el largo de su cuello le permite analizar mejor las cosas.
A diferencia del chacal que busca una reacción hiriente, la jirafa lo que busca es mirar al futuro y encontrar soluciones. El chacal tiene un lenguaje de demanda y exigencia mientras que la jirafa solicita. El chacal ve a los demás como su fuente de ira, en cambio la jirafa sabe que la causa de nuestros sentimientos no es otra persona, sino nuestros propios pensamientos y deseos, por lo que finalmente la jirafa busca decisiones sabias y objetivas.
La mayoría de nosotros hemos sido educados como chacales. Nuestra forma de pensar está habitualmente basada en juicios y en obligaciones. La Comunicación No Violenta nos puede ayudar a cambiar ese modo, a pensar, hablar y actuar como jirafas. Y así poder vivir una vida con menos estrés por el modo en que nos comunicamos. La agresión afecta al otro, pero fundamentalmente nos afecta a nosotros mismos.
¿Desde qué lugar nos comunicamos con nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros amigos o en el trabajo?.
Pasemos al lenguaje de la jirafa y vivamos en paz.
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