Por la ausencia de precipitaciones las Estaciones de Servicio rurales de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y La Pampa venden una tercera parte de lo que vendían hace un año.La ausencia de precipitaciones sigue pegando fuertemente contra la actividad del despacho de combustibles debido a que en los campos del centro del país, la crisis se agrava por el pronóstico meteorológico que no aventura lluvias considerables para los próximos días.
Los últimos informes reflejan que hay más de 28.000.000 de hectáreas sembradas con soja, maíz y girasol que mantienen una condición de humedad entre regular y mala, ubicadas en La Pampa, Santa Fe, el sudeste de Córdoba y el norte de la provincia de Buenos Aires y La Pampa, donde se está necesitando una importante cantidad de milímetros de agua que no cae.
A la competencia desleal que las Estaciones de Servicio rurales vienen denunciando por la sobreabundancia de gasoil mayorista directo en los campos del centro del país, la crisis sumó el factor climático que repercutió directamente en la actividad del despacho de combustible a camiones, autos y maquinaria agrícola que mermó su capacidad de trabajo.
El clima no entiende de política y no podemos estar atados de pies y manos cada campaña, por lo cual, es necesario contar con un seguro que cubra el capital de trabajo, y así, los productores puedan mantenerse en la actividad. Mucho se habla de competitividad y la mitigación del riesgo forma parte de ella, expresó el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa.
El dirigente rural habló sobre la necesidad de dar un gran debate nacional, y para eso, también es fundamental que el gobierno recupere la iniciativa, una convocatoria amplia en donde todos debemos participar, inclusive las Estaciones de Servicio pequeñas y medianas que son las grandes abastecedoras de gasoil de los pequeños productores del agro, dijo.
Diferentes bocas de expendio que basan su negocio principal en la venta de gasoil al agro, coincidieron en el mismo problema: Los productores agropecuarios pasaron de una lluvia que inundó las siembras a la actualidad, donde la sequía extrema arruinó los rindes y ya nos cuesta mucho alargarle los plazos de pago.
Además, las ventas cayeron de manera estrepitosa en expendedoras que suelen vender no menos de 180 mil litros. Hoy no llegamos a la tercera parte, se lamentaron, a la vez que otro estacionero expresó que en Chascomús la sequía es grave y los clientes nos dicen cada día que los maíces se encuentran en alto riesgo de pérdida, los sorgos muy mal y las reservas forrajeras bajas, con escasez de rollos en la zona.
Vale destacar que la falta de precipitaciones profundizó un tema que complica la operatoria de los estacioneros, debido a que los productores prácticamente ya no tienen facilidades de financiamiento y no pueden pagar el gasoil con cheques diferidos porque los empresarios necesitan hacerse de los valores en el mismo momento que se despacha el producto, afectado por los aumentos constantes.
La incertidumbre es mayor, por el hecho de que muchos expendedores tienen relación directa o familiar con productores de biodiesel y comentan que se quejan por el hecho de que el gobierno les establece un precio para venderle el producto a las petroleras, mientras que no se comporta de igual manera respecto de las refinadoras, a quienes les desreguló todo tipo de controles.
La venta de insumos y semillas ha caído debido a la complejidad que se nota en el andar diario en las Estaciones de Servicio que bajaron su tránsito y en el humor de la gente, manifestó sobre el gran impacto social Matías Lestani, dirigente de CRA.
El clima afecta duramente al núcleo agrícola
De acuerdo a un informe de Confederaciones Rurales Argentinas las pérdidas serían por 87 millones de pesos. Las estimaciones tienen en cuenta la disminución promedio de rendimientos esperados actualmente, las áreas de siembra que se perdieron y aun sin contemplar el efecto en la calidad de los granos en cuanto a % oleico, proteína, etcétera.
Desde la entidad reconocieron que si bien a mediados de 2017 fueron advertidos sobre el fenómeno de La Niña no esperaban que fuera tan severa. No esperábamos que fuera con tanta contundencia, señalaron.
Se adelantó unos meses y a partir de noviembre empezó a disminuir el registro de precipitaciones, llevándonos a la situación actual que afecta a la región pampeana en casi su totalidad, manifestaron, y rememoraron que desde el 2009 no se veía una situación parecida, en algunas zonas como Rosario dicen que es la peor de los últimos 70 años.
Las altas temperaturas también jugaron su parte y hoy tenemos un 65% del área núcleo agrícola, nada menos que 28 millones de hectáreas golpeadas y con sus cultivos en una condición mala a regular.
El maíz temprano resulta el más perjudicado, seguido por los maíces de segunda, la soja de segunda, la soja de primera y el girasol, todos estos con guarismos cercanos al 60% de condición mala a regular, precisa el informe de CRA.
Por su parte, el ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, reconoció que por el fenómeno va a haber menos actividad económica en miles de pueblos, sin embargo, advirtió que por ser Argentina una fijadora de precios en el mercado internacional hay una compensación ya que habrá menos producción, pero más precio. El comportamiento del mercado será clave para ponderar el daño, aunque las provincias decretarían la emergencia para que, como indica la ley, llegue la ayuda desde la Nación.
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