La licenciada en nutrición, Pilar Llanos, señaló las particularidades del consumo de cereales. Destacó que necesitan ser complementados con otros alimentos y dio ciertas recomendaciones para su consumo.
Como base de la pirámide nutricional, los cereales son consumidos habitualmente en grandes cantidades sin conocerse sus propiedades y valores nutricionales. Se trata de alimentos fundamentalmente energéticos para todas las poblaciones del mundo. Son bajos en sodio y aportan glúcidos complejos (almidón), y son fuente de glucógeno para generar energía muscular. Además proveen proteínas en gran cantidad; se estima entre 10 y 14%, explicó la licenciada en nutrición, Pilar Llanos, egresada de la Fundación Barceló.
Los cereales son las semillas o granos secos y limpios de algunas plantas gramíneas tales como arroz, trigo, maíz, avena, cebada, centeno, mijo y sorgo. Asimismo, hay otros granos que al no provenir de este tipo de plantas son considerados pseudo-cereales. Entre éstos se encuentran la quinoa y el amaranto, que cumplen la misma función nutricional.
Cuando hablamos de cereales es importante destacar que les daremos mejor participación si conocemos en detalle sus acciones sobre la salud, señaló Llanos y detalló que lo primero es saber que sus proteínas no poseen siempre los aminoácidos indispensables, razón por la cual necesitan ser complementadas. Por otro lado es necesario también controlar y seleccionar su consumo en casi todas las patologías en las que evolucionan procesos fermentativos a nivel colónico, entre ellos, la dispepsia o intestino irritable. Del mismo modo obliga a una selección en la enfermedad celíaca, provocada por la intolerancia a la gliadina, componente del gluten encontrado en cereales como trigo, avena, cebada y centeno, que deben ser excluidos de la dieta.
La profesional brindó una serie de recomendaciones a tener en cuenta a la hora de consumir cereales. En primer lugar es necesario considerar su valor calórico e incorporarlos en relación al consumo de energía. A mayor gasto corporal, mayores pueden ser las porciones a consumir. Siempre que sea posible se recomienda elegir las opciones integrales y combinarlos con legumbres o pequeñas cantidades de proteína animal, esta es la manera de obtener proteínas completas. Cuando se busque facilitar su digestión y asimilación el consejo es incorporarlos pelados, triturados o en formato de harina y siempre bien cocidos. En una alimentación de calorías controladas la combinación aconsejada es con vegetales crudos o cocidos.
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