En 2015 subió el 0,4% y para el 2016 los casos se incrementaron un 5,9%. Misiones no registró esta tendencia, el último año detectó 240 nuevos casos. A pocos días de conmemorarse el Día Mundial de la Tuberculosis, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria advirtió sobre el aumento de los casos de tuberculosis en el país.
Según indicaron, en relación con el 2015 y el 2016, se incrementó la incidencia de la enfermedad en nuestro país, de acuerdo a los datos recogidos por las notificaciones a nivel nacional. Los casos se concentran en jóvenes y adultos, siendo Salta, Jujuy, Formosa y Buenos Aires las provincias más afectadas.
La tuberculosis continúa siendo una enfermedad con gran incidencia a nivel mundial, lo que la convierte en una de las de mayor morbimortalidad.
Advirtieron que, en nuestro país, las cifras de pacientes afectados aumentaron un 6% en los últimos dos años y el 50% de los casos notificados pertenecen a mujeres y hombres de entre 20 a 45 años.
La vulnerabilidad social, el acceso limitado a los servicios de salud, la estigmatización, la falta de un marco sanitario acorde, el hacinamiento en las grandes ciudades y la discriminación, son algunos de los factores -inherentes a la micobacteria- que dan lugar a que esta enfermedad siga generando cada vez más casos.
En Misiones, la responsable del Programa Provincial de Tuberculosis, la médica Patricia Colombana, indicó a PRIMERA EDICIÓN que nuestras estadísticas cierran en junio de cada año porque el tratamiento dura de seis a nueve meses, los pacientes que entran en diciembre recién estamos terminando de tratar en junio próximo. Dicho esto, podemos precisar que hasta el 31 de diciembre de 2017 teníamos 240 pacientes con tuberculosis notificados.
Colombana destacó que la tuberculosis es una enfermedad que se cura y su diagnóstico y tratamiento es gratuito en el país. Destacó además que la mejor prevención de las formas graves es la vacuna BCG que se coloca por única vez al recién nacido.
Tuberculosis en Argentina
En 2015 nuestro país comenzó a presentar un aumento del 0,4%. Los casos pulmonares BK (+), es decir, aquellos en los que se observa en las muestras de esputo el MT, son los que representan la principal fuente de infección y transmisión en la población; mostraron las tasas de notificación más altas en los adultos jóvenes (15 a 44 años).
Para el 2016 los casos dieron un salto significativo del 5,9%, siendo las provincias más afectadas Salta, Jujuy, Formosa, Buenos Aires y en CABA. Esta problemática está relacionada con la migración externa proveniente de Perú y Bolivia, países que tienen una alta incidencia en tuberculosis. Estos migrantes entran por Salta, Jujuy y Formosa y luego van hacia Buenos Aires, observó Colombana.
Según datos de la Red para la Atención de Tuberculosis, en cuanto al índice de mortalidad, los hombres fallecen más que las mujeres, a causa de la enfermedad, siendo el mayor número de muertes en menores de 65 años.
Transmisión
El bacilo Mycobacterium tuberculosis o Bacilo de Koch (BK) se transmite de persona a persona, no existiendo ningún vector intermedio, como sucede por ejemplo en la enfermedad de Chagas, donde la vinchuca es el transmisor. El contagio más frecuente se realiza a través de la vía aérea. El enfermo al toser, estornudar, escupir o simplemente hablar, libera al exterior por estos diferentes mecanismos los bacilos, que al estar en el aire y ser aspirados por personas sanas penetran en el organismo pudiéndolos infectar y enfermar.
El BK puede permanecer en vida latente durante años en la persona infectada, sin que esta tenga síntomas y sin posibilidad de contagiar a otros. Si bien la persona infectada no está enferma, es una persona sana infectada, puede enfermarse ante cualquier disminución de su sistema inmunológico (comorbilidades, embarazo, stress, etc.)
Si bien es más frecuente en los pulmones, la enfermedad puede presentarse en todo el organismo (cerebro, riñón, huesos, etc). En la tuberculosis pulmonar activa los síntomas son: tos persistente irritativa o productiva, esputo sanguinolento pudiendo tener episodio de hemoptisis (sangre que se expectora), dolor torácico, anemia, falta de apetito, pérdida de peso, cansancio, fiebre y episodios frecuentes de sudoración nocturna.
Estos signos, a veces solapados durante muchos meses, ocasionan demoras en la búsqueda de atención médica y su sospecha, dado que pueden confundirse con otras enfermedades; lo que aumenta el riesgo de no tener diagnóstico temprano facilitando el contagio a otras personas.
La tuberculosis es una enfermedad curable y prevenible. Por otra parte, existiendo un tratamiento gratuito altamente eficaz para prevenir, curar y evitar la mortalidad, resulta esencial fortalecer las acciones para garantizar su efectiva aplicación.
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