Cuando hablo de aprendizaje, hablo de la incorporación de aquello que me sea útil para mi vida y me refiero a la experiencia de lo vivido, que es tomado como algo provechoso y de evolución. No es lo mismo acumular información que el aprendizaje que nos genera vivir lo aprendido, lo incorporado como saber teórico muchas veces.
Aprender es prenderse a lo nuevo, incorporarlo, asimilarlo, vivirlo.
En los tiempos que vivimos, quienes tengan el coraje de vivir y experienciar la información adquirida y los conocimientos que van incorporando son aquellos que realmente vivirán la vida, mientras que los que piensen que ya no hay nada que aprender solo vivirán la vida para la que se prepararon, pero que ya no existe.
El mundo, la vida, los seres humanos vivimos en constante movimiento y evolución. Lo que ayer fue puede que hoy ya no sea útil. Aprender es la base fundamental para un mejor bienestar.
Pero muchas veces sucede que estando en la zona de confort, donde me siento más cómodo en función de lo ya aprendido alguna vez, no podemos diferenciar las propias trabas que ponemos ante el aprendizaje de algo nuevo, reconocer mis propias barreras es fundamental para seguir creciendo y sobre todo transformarnos en la mejor versión de nosotros mismos.
Un buen aprendiz las reconoce y las modifica por una actitud más provechosa ante el aprendizaje.
La idea de tener todo claro todo el tiempo es uno de los principales enemigos del aprendizaje, ya que no aceptamos que para saber hay que pasar por el no saber. Así también nos sucede que no podemos aceptar la idea de no saber y buscamos responder a todo lo que se nos diga todo el tiempo. Reconocer que no sabemos está bien y delata seguridad en nosotros mismos.
Otro signo que interfiere con el aprendizaje es juzgar todo lo que vemos y a quienes vemos, incluso hasta juzgamos la capacidad que tienen o no de enseñarnos determinadas personas, es bueno saber que siempre se tiene la posibilidad de aprender de todos, no existe nadie que pueda no enseñarte algo.
Todos tienen la capacidad de aprender, pensar que ya somos de determinada manera sin la posibilidad al cambio es una barrera importante ante el crecimiento, puede que no veas lo que necesitas aprender, pero cerrarte a la idea te limita más de lo que puedas imaginar. Lo que es bueno para otro también puede ser bueno para ti.
Y recuerda que saber no es lo mismo que la verdad. Lo que para ti puede ser valido para otro no. Validar todas las ideas es fundamental, no solo para aprender otros puntos de vista sino también para cuidar las relaciones.
Prestáte atención, quizás no lo sabías pero puedes aprender mucho más cambiando el observador que eres y bajando las barreras que te están impidiendo ver distinto. Todo es para bien, para bien tuyo y de los demás.
Colabora
Natalia de las Nieves
Coach y Terapeuta
Motivacional
En Facebook: Rincón
De Luz y Bienestar
3764-4366593
Discussion about this post