Considerada la segunda ciudad más larga del mundo, ya que su costa se extiende a lo largo de casi 150 kilómetros, Sochi recibe anualmente seis millones de visitantes.Sol y playa, montaña y nieve, casinos y vida nocturna, deporte y naturaleza salvaje. Pocos lugares en Europa ofrecen tantas opciones de descanso en tan poco espacio como la ciudad rusa de Sochi, que el 15 de junio será sede del cuarto partido del Mundial del Fútbol 2018, entre Portugal y España.
Este balneario, situado a orillas del mar Negro, frente a las costas de Turquía y a 1.600 kilómetros al sur de Moscú, se encuentra a apenas una hora en tren de las nevadas montañas del Cáucaso. Aunque pueda sonar increíble, desde la playa se pueden ver los picos nevados. Del bañador y la moto acuática al gorro de esquí y el snowboard apenas hay un suspiro.
Por algo es el lugar de descanso preferido de seis millones de turistas al año. Allí se puede tomar sol, esquiar, practicar senderismo, escalar montañas o visitar su parque natural.
En la zona costera el clima es cálido todo el año, con la excepción de diciembre, enero y febrero, cuando las temperaturas pueden bajar hasta los 5 grados de media.
Sochi posee un litoral repleto de playas urbanas, donde se puede tomar el sol de mayo a octubre, equipadas con toda clase de infraestructura, aunque también posee opciones más tranquilas y salvajes.
La más famosa es la Playa de la Riviera, aunque muchos prefieren Adler, localidad que también forma parte del municipio de Sochi, ya que los precios son más asequibles y la playa se encuentra a unos pocos cientos de metros de las instalaciones olímpicas.Y es que el deporte está estrechamente vinculado a la ciudad, donde nacieron leyendas del deporte ruso soviético como el tenista Yevgueni Kafelnikov y el baloncestista Vladimir Tkachenko, una torre de más de 2,20 metros que formó una pareja temible con el lituano Arvidas Sabonis. La Fórmula 1 es una buena excusa para acercarse a la ciudad, que arrebató a Moscú el sueño de ser una vez al año la capital mundial del mundo del motor. Los aficionados al fútbol también tendrán una buena oportunidad de conocer la ciudad en junio, ya que el impresionante estadio olímpico de Sochi acogerá entonces partidos del Mundial de Rusia.
La otra gran oferta de Sochi es la nieve. Gracias al tren que permite ahora desplazarse, en apenas una hora, desde el corazón de la ciudad hasta las estaciones de esquí de Krásnaya Poliana. Además, en las laderas de las montañas, donde apenas había unas casas de madera, el Gobierno local levantó de la nada auténticas ciudades alpinas. Es tradicional ver a familias enteras practicando snowboard o desplazándose en motos de nieve. Pero su atractivo no se limita a los deportes extremos, sino también a los bosques, cañones, cuevas, cataratas, lagos y ríos que uno puede visitar a lo largo de todo el año.
Y sí, esto solo es el comienzo o una lista de posibilidades, ampliarla depende de usted. Buen viaje.
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