Con la llegada de la Semana Santa, muchos misioneros aprovechan para elaborar comidas en sus hogares, como las chipas, sopa paraguaya, mbeyú, que pueden rendir y gustar más que lo comprado.Durante los días de la Semana Santa comienza uno de los períodos más representativos en cuanto a las costumbres culinarias de la región. Aunque los precios de las materias primas para la elaboración de comidas como la sopa paraguaya y las chipas están en alza, los posadeños no dejan de consumirlas e incluso muchos se toman el tiempo de prepararlas de manera casera.
El chef misionero Saúl Lencina comentó a PRIMERA EDICIÓN las particularidades de la cocina en Misiones durante la Semana Santa. Si bien me dedico a vender comida, alentamos siempre a que te cocines en tu casa, todos tienen siempre alguna receta familiar, de alguna abuela, madrea, tía, padre, replicarlas, hacerlas de vuelta, dejar un poco el celular, la computadora y decir voy a dedicarle dos horas a la familia, remarcó.
Acerca de los beneficios de la cocina hogareña indicó que te sale mucho menos hacer en el hogar, con un kilo de masa sacás el doble, hasta dos kilos de chipa podés hacer, es mucho menos en costo que lo que te venden en la calle, donde ya se perdió la calidad del producto, lo que se hace en fécula por ejemplo es recomendable comerlo caliente, cuando se va enfriando, se pone más consistente, más dura; el mbeyú y la chipa son dos cosas muy ricas y se pueden apreciar su consistencia cuando están calientes pero en casi ninguna panadería te las venden recién hechas, entonces estás pagando un precio algo por algo que por debajo de su verdadero potencial, en tu casa hacés de una sola vez un kilo, las cortás, las congelás y las podés hacer en unos minutos cuando quieras.
Lencina compartió algunas de las posibilidades que hay para una preparación en el hogar, con un costo aproximado de 80 pesos, para un kilo de chipa. Nuestra receta de chipa puede hacerse con un kilo de fécula de mandioca, 100 gramos de ricota, 100 gramos de manteca, 200 gramos de queso cremoso, 50 gramos de queso semi duro, un huevo, sal a gusto, juego de limón o naranja y ralladura de cascara del mismo, enumeró.
También es posible obtener una variedad interesante de chipas de colores saborizadas se necesita: Vegetales de temporada, frescos, procesados, rallados o picados según gustos particulares de cada uno (espinaca, rúcula, arvejas, zanahoria, remolacha, cúrcuma, albahaca, etc). Es necesario tener en cuenta la humedad del producto que vayamos a usar, si picamos albahaca no nos va a variar tanto, si rallamos remolacha cruda y se la incorporamos tendremos que tener en cuenta que la masa tendrá más humedad que lo normal, explicó el chef.
Para su cocción primero procesamos el huevo con la espinaca o remolacha, luego mezclamos por un lado los líquidos y grasas (manteca, queso cremoso, ricota, huevo, jugo de naranja o limón), ahí sumamos la fécula, amasamos fuerte y constante hasta obtener una masa lisa y homogénea, agregamos el queso semi duro cortado en cubitos y ya podemos hacer bolitas, rosquitas o lo que más le guste a cada uno.
Según aclaró Saúl Lencina hay tantas recetas de chipa como de chiperos, todos tienen el secreto para la más rica, la más crocante, la más buscada, lo cierto es que todas tienen lo suyo, probé desde las que no te dejan parar de comer hasta las que con una es más que suficiente, pero algo se puede afirmar, la mejor es la caserita recién salida del horno.
Además recomendó que un queso rico, y un horno con fuego medio a fuerte pueden ser otros tips, el agregado de ralladura de cáscara de cítricos y/o jugo de los mismos ya nos lleva a otro mundo, de reversionar recetas clásicas, de darles tanto respeto como valor, y la amoldamos a lo que tenemos a mano, una chipa de espinaca, acelga, remolacha, cúrcuma y/o curry.
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