Gran expectativa generó la Semana Santa para las ventas de Pascuas en las ferias francas y los Mercados Concentradores dispersos por toda la provincia. El producto de la agricultura familiar misionera sería elegido por alrededor de 20 mil potenciales clientes, muchos de los cuales ya pasaron por sus habituales productores-proveedores para hacer encargos destinados a la fecha especial que reunirá a las familias y los afectos durante días de enorme significado para los católicos y cristianos.
No solo panificados, harinas y verduras son parte de los pedidos, sino también dulces, pescados, preparados especiales de verduras y carne de cerdo para el fin de semana.
Todo ello moverá fuertemente las economías locales en los municipios, ya que lo recaudado por las familias se invierte en compras realizadas -mayoritariamente- en los comercios de los pueblos durante los días siguientes.
Una noticia importante llegó esta semana desde Buenos Aires: se aprobó el proyecto que promueve la inclusión de los establecimientos de los agricultores familiares en el Código Alimentario Argentino, simplificando requisitos para que sus productos puedan contar con el tránsito federal que les permita comercializar en todo el territorio nacional.
Ello ocurrió durante la primera reunión del año de la Comisión Nacional de Alimentos. Ahora se espera un pronto avance en la cuestión que potenciará a los productores que decidieron seguir trabajando nuestra tierra.
La generación de más clientes hace que algunas ferias redoblen sus esfuerzos, sumen productores a sus jornadas y con ellos, atiendan más de una vez por semana.
Eso significa mayores oportunidades para colocar el producto que llega a las ferias desde distintos puntos de la provincia, con un enorme esfuerzo e inversión puestos para brindar alimentos frescos.
En gran medida, los clientes buscan eso: precio en relación a la calidad de los productos cerca de su casa.
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