Fue en el marco del juicio oral que se le sigue a Adam Samuel De Souza (41) por el crimen de Osvaldo Ávalos (39), perpetrado el sábado 11 de julio de 2015, en el barrio kilómetro 10 de Puerto Esperanza.
El debate se lleva a cabo en el Tribunal Penal 1 de Eldorado, donde culminó ayer la ronda de testimoniales y se dio apertura a la etapa de alegatos.
Luego del Ministerio Público alegó la defensa del imputado, que solicitó la absolución en virtud de que, a su criterio, De Souza presentaba transtorno mental transitorio al momento del hecho.
Tras escuchar a las partes, el citado tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo martes, en el que se dará a conocer el fallo.
Argumentos de las partes
Para la defensa del acusado, en ese momento el hombre sufrió un problema psicológico y por ello actuó de esa manera, debido al mencionado transtorno.
A su turno el fiscal Federico José Rodríguez expresó los puntos básicos de su pedido de 25 años de cárcel para De Souza.
Para el funcionario judicial existió premeditación, teniendo en cuenta que quedó probado que el imputado sabía de la actual relación que mantenía su esposa con la víctima.
Además, quedó acreditado, siempre a criterio del fiscal, que el hombre ahora juzgado no fue agredido por Osvaldo Ávalos, ya que fue atacado por sorpresa.
Ni siquiera tuvo tiempo de ponerse los pantalones, ya que al momento del hecho -sábado a las 14.30-se hallaba durmiendo la siesta. El acusado ingresó a la vivienda por la puerta de atrás, en forma intempestiva y luego de intentar forzar una ventana, ocasionándose cortes en uno de sus brazos. Concurrió un día antes a buscar a sus tres hijos y tras acuchillar al hombre intentó matar a su expareja diciéndole ahora te toca a vos, expresó Rodríguez.
Durante el debate declararon más de diez testigos, entre ellos la expareja del imputado y sus exsuegros, quienes complicaron su situación, teniendo en cuenta que ratificaron los detalles que reconstruyeron los investigadores policiales en la instrucción de la causa.
Cuando tuvo su oportunidad de declarar, el acusado dijo que actuó en defensa propia, ya que la víctima extrajo una escopeta. Dicha arma de fuego nunca fue hallada en la escena. Sobre De Souza, quien era soldador, pesaba una restricción de acercamiento. La víctima era albañil y llevaba apenas cuatro meses de relación con la dueña de casa, de 33 años en ese entonces.
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