Desde "Piecitos Colorados" cuestionan que por decisiones del actual intendente interino, Fernando Ferreira, no pueden utilizar el hogar de día en el que hasta principios de marzo se brindaba asistencia a más de un centenar de niños.
Mediante una ordenanza planificada por el intendente (la 13/2017) con el apoyo de un grupo de concejales, actualmente los integrantes de Piecitos Colorados y los niños se encuentran privados de utilizar el predio.
Marisa Torales, una de las integrantes de Piecitos Colorados contó que el hogar brinda contención como merendero y centro de clases de apoyo escolar para los chicos. Además se realizan cursos de peluquería y teatro, entre otros.
Son más de 100 chicos los que dependen del hogar, señaló Torales entrevistada por PRIMERA EDICIÓN. La mayoría de estos niños tienen entre 3 y 5 años.
Desde la ONG remarcan la ilegalidad de la medida debido a que poseen una previa resolución irrevocable hasta el 2021 para utilizar el espacio en conflicto siempre y cuando el hogar esté en funcionamiento.
Ante esto denuncian que por iniciativa de Ferreira y el concejal Aquino se derogó el contrato existente sin mayores argumentaciones.
El día 22 de febrero la Municipalidad intimó a la asociación mediante Carta Documento a reintegrar el predio con un plazo de 30 días para acatar la decisión.
La intimación llevó la firma del Intendente interino.
Desde la asociación sospechan que la medida tiene relación con la idea del intendente anterior, Luis Ferreira, padre del actual interino, de instalar en el mismo espacio un nuevo jardín de infantes para las familias de los trabajadores municipales.
Sin embargo, Torales relata que antes de vencer el plazo en discusión, precisamente el 1 de marzo a primeras horas de la madrugada un grupo de empleados municipales comandados por el Intendente, se trasladó al lugar atropellando al hogar de Piecitos Colorados, y se apropió del terreno.
Además de los daños provocados sacaron las cerraduras y colocaron otras nuevas, remarcó.
También contó que la directora de la asociación, Carmen Bareiro, fue avisada de la ocupación por los vecinos del lugar.
Cuando llegó la policía se quedó con las llaves anteriores que tenían los miembros de la ONG y las nuevas que habían instalado los municipales. Las llaves quedaron a cargo de la policía, pero hasta el momento no pudimos sacar algunas pertenencias nuestras que quedaron dentro, agregó Torales.
Al mismo tiempo calificó de insólita la situación actual debido a que en el predio ahora hay serenos municipales dentro y alrededor del hogar.
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