El “juego” se popularizó entre los adolescentes en las redes sociales y despertó preocupación. Los jóvenes se colocan un profiláctico en una de sus fosas nasales e inhalan, con mucha fuerza y dolor, hasta que logran sacarlo por la boca.
El desafío del preservativo se hizo popular en la década de 1990, pero resurgió en las últimas semanas y cada vez más adolescentes se animan a realizarlo.
Si bien muchos consideran que insertarse un condón no trae perjuicios a la salud, los especialistas señalan lo contrario.
Cualquier otra cosa que entre a la nariz puede dañar el revestimiento interno sensible, provocar una reacción alérgica o provocar una infección”, aseguró a USA Today Bruce Lee, profesor asociado de Salud Internacional en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg.
Además de los daños internos, el preservativo podría quedar atrapado en la cavidad nasal o en la garganta de la persona y provocar que se ahogue.
Fuente: Andes
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