Dolor lumbar, uno de los padecimientos más comunes y molestos. La Facultad de Medicina de la Fundación Barceló explica cómo prevenir.El dolor de espalda, tan molesto como común. Tanto que se dice que el 80% de la población en algún momento de su vidas padecerá lumbalgia, según un estudio de la Sociedad Española de Reumatología. Si bien está presente en todas las edades es más frecuente en jóvenes y adultos. Es una dolencia que se concentra en la parte baja de la espalda, constante y que empeora después de estar sentado o parado durante mucho tiempo. También puede estar acompañado por adormecimiento. Además, reduce la capacidad de movilidad.
Hay que tener en cuenta que la carga mecánica de objetos y la capacidad de soporte de éstos son responsables de la prevención, generación y control del dolor lumbar. El dolor puede ser producto de la carga de productos externos, así como también de factores internos como una mala postura casi imperceptible perpetuada en el tiempo, o movimientos como flexión y rotación, que pueden influenciar en aumento de presión de los discos invertebrales, entre otros. Cada cuerpo tiene un sistema osteomioarticular diferente y por tanto una capacidad de carga distinta. Los músculos son fundamentales para soportar los pesos externos y por esto es recomendable realizar ejercicios que fortifiquen la zona central del cuerpo, para formar un corset de músculos y evitar o disminuir las dolencias.
El dolor de espalda es más común en personas que no están en buen estado físico y se puede agravar por la mala postura, la obesidad y los ejercicios físicos inadecuados. Para aliviar los síntomas lo ideal es realizar actividad física diariamente, de poco impacto y de rangos articulares cortos: uno de los deportes más aconsejados es la natación.
El 90% de los pacientes que padecen dolor de espalda deben consultar a un médico que diagnostique el problema y derive a un tratamiento multidisciplinario y multidimensional.
Recomendaciones para cuidar la espalda
Realizar actividad física como hábito de vida
Elongar antes y después de realizar actividad física.
Usar zapatos cómodos, ni con mucho taco ni planos.
Intentar no levantar objetos pesados.
Dormir en posición fetal, ayuda a abrir las articulaciones de la columna vertebral.
Descansar periódicamente en el día para hidratar los discos invertebrales y poner en descanso el sistema muscular en la posición que al paciente le sea más cómoda.
Mantener una dieta sana porque el sobrepeso puede causar mayor presión sobre la espalda.
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