Quizás fue el dolor el que me acorraló y me hizo dar el salto. Qizás fue el corazón que se expandió u0009 y me permitió incluir a todos, quizás fue el legado de dolor lo que me impulsó a buscar este camino.
Lo más fácil fue comprender
lo más difícil fue integrar.
Gracias a mis maestros pude comprender, luego sentir y por último incluir.
Hoy puedo decir que no fue en vano tanto dolor, que valió la pena porque gracias a mis ancestros, gracias a mi sistema familiar pude elegir y tomé el desafío de hacerlo diferente, ni mejor ni peor, diferente.
Y conmigo todos los que vienen después también lo podrán hacer a su manera y seguir perteneciendo.
Ya no siento la culpa de ser diferente. Ya no necesito repetir para ser aceptada, hoy puedo mirar el presente parada en el dolor del pasado, y así comprender que el dolor solo existe para poder trascenderlo y con él, mirar todas las limitaciones que en definitiva son las que nos impulsan a pegar el salto.
Cada vez más veo en los consultantes el resultado de los ejercicios y las frases sanadoras. Al principio casi tímidamente, pero luego cuanto más lo veo en mí, cuanto más lo integro en mi, cuanto más lo acepto en mi
más sana en el ¡otro!
No es magia es un campo nuevo, es trabajar con una nueva vibración, pero solamente si primero la puedo ver y realizar en mí. Ya no más técnicas vacías de libro, ahora la experiencia sanadora tiene que pasar primero por uno porque justamente es esa vibración a la que llegamos, la que podemos compartir con el otro.
Todos somos iguales en el dolor o la alegría, no hay clase social religión o diferencia de razas.
Las constelaciones nos purifican para ser igual a los demás. No es para ser mejores o diferentes.
Cada parte que ilumino en mi se pone a disposición de la vida. A disposición de los otros, de la naturaleza, de los animales, de las plantas
Nos volvemos más humanos, más compasivos, más amorosos.
Es la vida misma que al pulsar dentro de nosotros resuena con el entorno.
Yo pude mirarme. Vos también podés. Es más fácil mirar, aceptar y soltar que sostener lo que ya no necesitamos.
Gracias a la vida, gracias a mis Maestros que me guiaron y sostuvieron, gracias a mis ancestros que comenzaron lo que hoy yo realizo
Colabora
Patricia Couceiro
Consteladora
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