En su paso por Misiones, el presidente Mauricio Macri hizo hincapié en la necesidad de crear empleo de calidad en áreas como el turismo y la forestoindustria, tras advertir que el modelo de inventar trabajo público está agotado.
Cualquier empresario o comerciante que viva en Misiones sabe el costo que significa mantener las fuentes de trabajo según las leyes laborales; la fuerte carga impositiva que tiene cualquier actividad dentro de la ley; las cargas patronales pesadas para cualquier PyME; el contexto de profundas asimetrías que planchan la economía de las principales ciudades.
Haber pasado por la tierra colorada sin siquiera conocer que su gestión debe reglamentar un artículo de una ley del Congreso que no está vetada, que lograría aplicar beneficios sobre el peso para los generadores de empleo, marca a las claras el nivel de desconocimiento que tiene Macri de la dura realidad del interior.
No hace mucho, estuvo el Secretario de PyME de la Nación, escuchando a las cámaras empresarias y hasta al intendente de Posadas reclamar medidas que ayuden a sostener el empleo y la actividad económica en esta parte de la frontera.
Al parecer ni este funcionario ni el Ministro de la Producción (a quien reporta el Secretario) tuvieron tiempo o interés en explicar al primer mandatario nacional la preocupación recepcionada.
No es ninguna novedad lo que se plantea. Seguramente como en Misiones, ocurrirá en otras provincias donde los comerciantes o empresarios ya no saben cómo seguir adelante porque -en su mayoría los pequeños y medianos- trabajan para pagar salarios e impuestos. Ni hablar de un emprendedor que no cuenta con el respaldo financiero para aguantar un round de la crisis económica.
Así, presidente Macri, mientras en los discursos se siga un relato que no se condice con las medidas de su Gobierno, no solo no habrá inversiones. Tampoco habrá más empleo de calidad en Misiones.
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